El pasado fin de semana, el “influencer” Gianpiero Fusco, conocido en las redes sociales como “El Tigre”, visitó la ciudad de San Cristóbal invitado por las autoridades regionales, con el fin de supuestamente promover el turismo y algunos restaurantes del estado, pero el invitado por los chavistas públicamente le dio una patada al patrimonio y cultura del estado Táchira.
Por Luz Dary Depablos / Corresponsalía lapatilla.com
El hombre sin zapatos y sin camisa que recorre ciudades intentando vender un estilo de vida “saludable”, rompiendo estereotipos que hasta han sido cuestionados por expertos en Medicina, fue recibido por miles de niños y adolescentes en el parque Metropolitano de San Cristóbal, donde se evidenció el riesgo al que fueron expuestos muchos menores de edad por la aglomeración de personas en el lugar.
El “influencer” posteriormente recorrió varios restaurantes y una de las posadas más lujosas del estado, y justo en una de las publicaciones de su visita, se vio que le dio una patada a un pastel andino, acción que ha sido rechazada por miles de tachirenses, que consideran un irrespeto a una de las tradiciones más importantes de los andes en el país, principalmente en Táchira donde el pasado 26 de mayo el pastel andino fue decretado por el parlamento regional como Patrimonio Cultural y Gastronómico del estado.
La escritora Leonor Peña, una de las referentes más importantes de la gastronomía en la entidad y quien se ha dedicado a investigar y promover las tradiciones andinas en materia gastronómica, también rechazó esta conducta.
“Considero que toda familia, toda ciudad, todo país, tiene un patrimonio cultural gastronómico que por ser una tradición y por ser de carácter popular, tradicional y considerado patrimonio, una comida, una canción, una pintura o una edificación, puede ser considerada patrimonio cultural. En este caso, los pasteles andinos que fueron declarados patrimonio cultural del Táchira”, aseveró Peña al ser consultada por el equipo de lapatilla.com.
“Nosotros tenemos todo el derecho de apreciar lo nuestro y de respetar lo nuestro y, además, de sentirnos orgullosos de tener nuestro patrimonio gastronómico, y en obligación está de quienes nos visitan, respetar. Nosotros respetamos para que nos respeten. Creo que no deben darse estas situaciones circunstanciales, espasmódicas de alguien que aupado por otras personas un poco extraviadas en su cultura del turismo, se prestan para avalar una situación vergonzosa, y que el único capital que tiene son los ´likes´ en las redes”, añadió la reconocida escritora del área gastronómica en Venezuela.
Igualmente, insistió en que los tachirenses se merecen respeto. “Lo trascendente es nuestro patrimonio cultural gastronómico, como el pan tachirense, como los pasteles, como las quesadillas y tantas ofertas que desde los restaurantes y las posadas en materia de la carta gastronómica tachirense tenemos para mostrar y para sentirnos orgullosos a la hora de servir y de convocar a nuestra mesa”.
Leonor Peña acotó que hay otras maneras y otros escenarios burlescos de llamar la atención, pero no con la mesa tachirense.