Revelan por primera vez las pruebas que implican a Christian Brueckner con el asesinato de Madeleine McCann

Revelan por primera vez las pruebas que implican a Christian Brueckner con el asesinato de Madeleine McCann

 

Christian Brueckner ha negado desde el primer momento su implicación en la desaparición y asesinato de Madeleine McCann el 3 de mayo de 2007 en Praia da Luz (Portugal), donde la niña británica de 3 años pasaba unos días de descanso junto a sus padres y a sus dos hermanos mellizos. Aquella noche, sobre las 21:00 horas, mientras Kate y Jerry McCann cenaban en el restaurante “Tapas”, dentro del complejo turístico y a escasos 50 metros del lugar en el que dormían sus tres hijos, alguien entró en el apartamento sin forzar la cerradura y se llevó a Maddie sin dejar rastro. Después de numerosos años de investigación de la policía portuguesa, británica y alemana, el caso parecía en un callejón sin salida. No había pruebas, no había testigos y no había rastro de la pequeña.





Por La Razón

En junio de 2020, Christian Wolters. responsable fiscalía alemana de Braunschweig, comparecía públicamente y daba nuevas esperanzas a la familia McCann de conocer lo que pasó con su hija. Wolters afirmó que tenían el caso resuelto al 90 por ciento y que tenían pruebas de que Brueckner había secuestrado y asesinado a Madeleine McCann.

Sin embargo, a pesar de estas afirmaciones, el pedófilo alemán convicto no se ha sentado en el banquillo ni ha sido acusado formalmente ante un tribunal. Brueckner, con numerosos antecedentes por robo, abusos sexuales a menores y violaciones, siempre ha defendido que le han tratado como a un “cabeza de turco” porque él no había tenido nada que ver con el caso.

En un primer momento, la principal prueba que se manejó fue el posicionamiento del teléfono, que lo situaba a escasos metros de los apartamentos en la franja horaria en la que desapareció Maddie: Brueckner había trabajado en el complejo, realizando tareas de mantenimiento y conocía perfectamente como entrar en las habitaciones sin dejar rastro. También contaban con los testimonios de varios testigos que apuntaban directamente a Brueckner, que les habría confesado estar involucrado en el crimen. Pero ninguna de las pruebas hechas públicas eran lo suficientemente contundentes.

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