La primera pizzería napolitana móvil certificada del mundo tiene sello venezolano y circula en Atlanta

La primera pizzería napolitana móvil certificada del mundo tiene sello venezolano y circula en Atlanta

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Una talentosa pareja en Atlanta creció entre culturas distintas, pero juntos hallaron la receta que los llevaría a la grandeza. Por un lado, Sofía Arango, venezolana y amante de la música, vivió entre los aromas caribeños y la sazón criolla, mientras que Alessio Lacco nació en tierra de gladiadores donde la pasta, el capuccino y sobre todo la pizza, forman parte de la idiosincrasia de Italia. La unión de ambos dio origen a uno de los proyectos más innovadores del sur de Estados Unidos: La primera pizzería napolitana sobre tres ruedas certificada en el mundo.

Atlanta Pizza Truck nació en el momento menos esperado y se convirtió en un boom que le aportó un toque auténtico y exquisito a la escena culinaria de la ciudad al conquistar distintos paladares con más de 20 opciones, incluidas las veganas. Dueños de un concepto único y dedicados a fortalecer a la comunidad latina en la industria gastronómica, encendieron su horno, prepararon sus ingredientes y nos sirvieron su mejor versión nunca contada. Si eres fan de la buena comida, disfruta esta experiencia que desborda sabor y éxito.





Por: Elizabeth Gutiérrez | lapatilla.com

Sofía Arango es una caraqueña que desde temprana edad se enamoró de la escritura y los idiomas. Cursó Estudios Liberales en la Universidad Metropolitana y además era parte del Sistema de Orquestas Nacionales. “Era músico desde que tenía nueve años hasta que me fui de Venezuela. Entonces, la mayoría de las cosas que hacía eran referentes a los estudios, a mi formación académica antes de irme”, reveló a La Patilla.

Con el coraje de quien sigue su instinto, hace siete años decidió emprender un nuevo camino hacia Estados Unidos, donde trabajó en restaurantes como mesera y también se desempeñó en otras áreas de la misma industria. Justo en aquel momento, conoció a Alessio, el maestro de las pizzas, su actual esposo y compañero de aventuras. “Él tenía la idea del camión incluso antes de conocernos. Lo había comprado, pero no lo había usado”, confesó mientras describió cómo nació la visión de una pizzería napolitana itinerante, única en su especie y la primera certificada en el mundo.

“Cuando ocurrió la pandemia, tanto él como yo nos quedamos sin empleo porque obviamente todos los restaurantes cerraron y decidimos vender pizzas en la calle, en los vecindarios, en algunos sitios transitados de la ciudad”.

Un horno sobre ruedas

La venezolana afirmó que se convirtió en el apoyo ideal de su pareja y mentor, pues aprendió a gestionar las locaciones, la búsqueda de clientes y pasó a tomar el control de la logística del emprendimiento. “Fue una combinación de lo que él tenía, que era el conocimiento de pizzero y una combinación de lo que yo tenía, que era la creatividad, la capacidad de organizar y administrar todo”.

Lo que comenzó como una respuesta a la adversidad, pronto se convirtió en una experiencia de resiliencia y pasión compartida. El éxito de sus pizzas superó las expectativas y la visión cambió su rumbo al dejar de vender al público para dedicarse al servicio de catering, pero bajo la misma esencia. “Hacemos fiestas privadas, bodas, cumpleaños, entre otros. También soy la que coordina toda esa parte administrativa”, dijo.

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Sin embargo, admitió que los desafíos de operar una pizzería sobre ruedas son tan variados como los ingredientes de una buena masa. “Al estar al aire libre, dependemos mucho de lo que tiene que ver con el clima (…) Cuando llueve de una forma horizontal en lugar de llover vertical, es muy difícil. Cuando se habla de pizzas, las masas son muy sensibles a las temperaturas. Entonces uno tiene que saber en qué clima se va a encontrar esa semana y tratar de calcular para entender el porcentaje de levadura, cómo se va a preparar la masa, en qué tipo de condiciones”.

Aunque los retos nunca faltan en la travesía de los emprendedores, esta dupla encontró la fórmula para adaptarse a los cambios y en palabras de Sofía, tomaron en cuenta las ventajas que ofrece este particular modelo de negocio.

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“Operar un negocio de catering es mucho más rentable, las ganancias son mejores que en un restaurante, porque tienes una cantidad de empleados muchísimo más grande, luego abres y no sabes cuántas personas van a llegar al restaurante. Normalmente, las rentas de los restaurantes son más altas y los costos y todo lo que envuelve son mucho más altos. En cambio, en el catering, cuando haces una reservación, ya sabes cuánto vas a vender y cuántos empleados llevar”.

Según su criterio, el porcentaje de ganancias de este tipo de estrategias son más favorables y les permite controlar un poco más las horas de trabajo. “Creo que esa parte definitivamente es mucho mejor”.

Para todos los gustos

Lo verdaderamente increíble es que la pizzería napolitana ambulante brinda, además de suculentas creaciones, una experiencia que va más allá de la simple degustación de un platillo.

“Cuando nosotros hacemos un catering o cuando ofrecemos un servicio, ofrecemos una experiencia. No es solo la pizza como tal, sino el hecho de que nosotros llevamos nuestros hornos decorados con tema italiano, tratamos de utilizar los mejores ingredientes que conseguimos, tanto locales como importados”, explicó Sofía.

@atlantapizzatruck

 

Su compromiso con la autenticidad de las pizzas napolitanas, certificada por la Associazione Vera Pizza Napoletana en Nápoles, es evidente en cada bocado que ofrecen. “Tratamos de mostrar toda esa cultura a las personas aquí en Estados Unidos, aunque por supuesto también conservando un poquito los sabores y las cosas que ellos consideran familiares”.

Su menú invita a probar más de 20 tipos de pizzas, y algunas de esas opciones son veganas. Pero no se queda allí, también cuentan con pastas, ensaladas, entradas, bebidas y postres. Sin duda, la variedad es su verdadero secreto.

“Tenemos un menú en el sitio web, pero si el cliente tiene algunas modificaciones o algunas cosas que él quisiera diferentes, nosotros lo podemos conversar”, señaló.

@atlantapizzatruck

 

Desde la clásica Margherita hasta creaciones más audaces como la Pizza Caracas, que fusiona el sabor de una Reina Pepiada con ingredientes italianos, cada elección es una invitación a una propuesta que despierta el apetito por lo inesperado.

“Algunos italianos son muy tradicionales, pero mi esposo está más abierto a incluir diferentes sabores.La Pizza Caracas que tengo en el menú contiene guasacaca de base, luego queso mozzarella, pollo y tomate. Es como una especie de pizza de Reina Pepiada, es súper interesante”, indicó Sofía. 

La “vera pizza” napolitana

Esta criolla aclaró que, junto a su esposo Alessio, trata de innovar en sus recetas, aunque mantiene la esencia y la tradición de la “vera pizza napoletana”. “Lo que hace auténticamente napolitana a nuestra pizza es la preparación de la masa y la temperatura en la que se cocina en el horno”.

Tras seguir una serie de rigurosos estándares de la Asociación de Vera Pizza Napolitana, recibieron su certificado y propician una experiencia única en cada bocado que te traslada a las calles europeas. Por ello, en la capital de Georgia, la comunidad estadounidense ha recibido con entusiasmo las creaciones de este dúo multicultural. “El boom de la pizza napolitana aquí en Atlanta comenzó hace casi diez años”, afirmó Sofía, al destacar el éxito que han cosechado en un mercado saturado de opciones. 

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“Hay personas que aún prefieren la parte crujiente de las pizzas, que son como Pizza Hut, Papa John’s y toda esta parte más americana, y por eso nosotros ofrecemos dos tipos de queso. Ofrecemos el mozzarella tradicional, que es el mozzarella fresco para las pizzas, y el mozzarella rallado, que es un poquito más seco y el que nos permite darle esa parte crunchy a la pizza si las personas lo eligen así”, añadió.

No obstante, detrás de cada masa perfectamente estirada y combinación de ingredientes, se encuentra el talento y la experiencia de Alessio como Maestro Pizzaiolo. Con más de 15 años en la industria, este italiano lleva en su sangre el arte de la pizza. Sofía no escatimó en elogios al dejar en evidencia su trayectoria y su pasión por compartir su conocimiento con el mundo.

Para la venezolana, la travesía va más allá del crecimiento personal y ha tenido que ponerse el delantal. “Realmente me sentía más interesada en la parte administrativa, pero al mismo tiempo entendí que para tener un negocio debes saber un poco cómo hacer todo, saber cómo funciona cada parte que engrana al negocio y por eso también aprendí a hacer pizzas”, admitió.

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Y pese a que parezca una tarea sencilla, no lo es. Sofía encontró en la pizza un verdadero reto que solo se aprende con años de práctica. “La verdad fue un proceso largo porque es un proceso. Tienes que seguir practicando, practicando, practicando, pero la verdad he aprendido muchísimas cosas interesantes a nivel técnico y realmente le he tomado muchísima pasión a la pizza. Me he dado cuenta que es una industria realmente muy interesante”, acotó.

El boom de “Latinos en Pizza”

Paralelamente, Sofía es la mente maestra detrás de “Latinos en Pizza”, una iniciativa sin fines de lucro que despliega la bandera de la diversidad y la inclusión en el mundo de la pizza. 

“Decidí comenzar este proyecto porque vi que en Latinoamérica, la pizza está comenzando a ser un boom (…) Me pareció que hacía falta ese grupo de latinos, esa unión que inspirara a todos, que los moviera y los hiciera sentir parte de una comunidad”.

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Pero como en toda aventura, los desafíos se entrelazan con los logros y “Latinos en Pizza” presenta sus propios retos. “Queremos englobar gente en todas partes del mundo y a todos los niveles, a nivel del pizzero, del apasionado de la pizza, de los distribuidores, de los dueños de restaurantes, de las compañías. Entonces, esa parte es difícil de coordinar, tienes que encontrar un orden”.

Además, la competencia en mundo empresarial no escapa de este sector culinario y por ello “Latinos en Pizza” busca neutralidad. “Queremos estar en buenos términos con todo el mundo, queremos tratar de promover a todas las personas de una forma neutral y justa, esa parte es un poco difícil”.

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Con todo, el impulso de esta pareja va más allá de las dificultades y aspiran a transformar la industria de la pizza para dejar una huella perdurable en la comunidad latina. 

“Nuestro mayor impacto es que los latinos cada vez se conozcan más en el mundo de la pizza. Queremos que cada vez sean más figuras latinas conocidas realmente a nivel mundial, también queremos que la pizza se pueda comenzar a ver como una oportunidad de cambio en comunidades vulnerables”, enfatizó.

A la conquista de Atlanta

Ambiciosos pero a la vez cautelosos, esta singular pareja tiene la mente puesta en el futuro. “Nuestros planes son relativamente modestos, aunque sí los tenemos. Estamos comenzando a hacer clases de pizza para también traer un poco de esa cultura pizzera en Atlanta”. 

Igualmente, quieren incursionar en el área de la repostería, al ofrecer solo un catering de postres y así ampliar su variada oferta de servicios, que también añadiría todo lo relacionado a eventos, desde sala de festejos, decoración y más. 

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Pero ese trabajo va de la mano con la construcción de una comunidad, no solo física sino también en línea, que sirva para promover el nombre de Atlanta Pizza Truck. “Consideramos que la parte de redes sociales es súper importante. Queremos mostrarle al mundo cada vez más las nuevas cosas que hacemos. Además de eso, estar pendiente de las nuevas tendencias, tratar de ofrecer eso a las personas, ingredientes o cosas innovadoras en las pizzas, quizá recetas”.

Atlanta Pizza Truck, con empeño y pasión, ha logrado mantener su posición como pioneros en la industria de la pizza móvil. Su enfoque centrado en la calidad, autenticidad y conexión con la comunidad los hace únicos. “Queremos seguir siendo una referencia en la industria, ofreciendo no solo pizza, sino una experiencia única y memorable”, puntualizó.