Domingo Alberto Rangel: Doroteo Gamuch gana el Maratón de Boston… con zapatos de vestir

Domingo Alberto Rangel: Doroteo Gamuch gana el Maratón de Boston… con zapatos de vestir

Domingo Alberto Rangel @DomingoAlbertoR

Antes de explicar porqué pienso que más daño hacen a efectos de la despolitización del venezolano… algunos “Baby boomers” debo aclarar que junto a mis hermanas todos pertenecemos a esa clasificación que viene del final de la Segunda Guerra y que en realidad solo se puede aplicar con propiedad en Iberoamérica a sectores medios de Venezuela.

En el resto de la América mestiza cuando una familia tenía más de cuatro o seis hijos… no lo hacía porque la situación económica de ese presente lo permitía… sino pensando los padres que alguno de los nacidos iba a morir pronto y que mientras más hijos se tengan… más los brazos para alimentar a los padres ya viejos.

Bien, someramente el marco digo que mi familia vivió la post guerra entre el triunfo de la democracia a la caída de Medina… triunfo en el cual nuestro padre puso su grano de arena… y el saber que para la dictadura de Pérez Jiménez éramos indeseables.





DAR pasó los diez años que mediaron la caída de MPJ y el 23 de enero… entre escondido, preso o exiliado.

Y como nuestro padre era necio nunca permitió que el abuelo que podía hacerlo… nos ayudara económicamente a mi abuela, la tía Zadila y los dos retoños recién nacidos que éramos Bea y yo.

Vivimos alquilados con lo que producía la tía como secretaria en un ministerio y una pensión de la gobernación por la viudez de mi abuela a cuyo consorte asesinaron a la caída del general Gómez. Manuel Mantilla a quien no conocí era jefe civil.

Bien… aclaro que sin embargo en eso años merced a la inteligencia de mi tía y de la abuela… a Bea y a mí nunca no hicieron ver como una desgracia el que nuestros padres vivieran exiliados en La Paz, Bolivia.

No obstante nunca pasamos hambre y los diciembres en la pequeña mesa nunca faltó la champaña y el vino.

Esos años de bonanza obvio que no volverán… pero constantemente hay señores y señoras que todo el día viven maldiciendo por lo que ya no tienen.

Y son una desgracia porque se meten en todas las conversaciones y con su maledicencia… como nadie los manda a callar… rebajan la calidad de todo.

Lo peor es que los aspirantes a las primarias no se dan cuenta del daño que hacen estos seres que ya deberían estar preparándose para que al irse los recuerden como personas solidarias… y no por las maledicencias y por estar recordando todo el tiempo lo que no solo no volverá sino que los más jóvenes… ignoran porque no vivieron otra cosa que la crisis.

Esta chusma… porque aún con doctorados y algo de ahorros en el portafolio… lo son no sabe lo que es pelar como decimos en Caracas… y hay ejemplos a seguir… incluso fuera de nuestras fronteras.

Por ejemplo Doroteo Gamuch Flores… a quien pocos conocieron… fue un guatemalteco que nació pobre… solo comía frijoles, arroz y chile… y sin embargo en 1952 fue el primer latino que ganó el afamado Maratón de Boston donde aún compiten los mejores fondistas del planeta.

Doroteo que cambió su nombre a Mateo Flores contaba que corrió sin zapatos especiales que en esa época llamaba “tenis”… porque no podía permitirse ese lujo.

A doscientos metros de la meta Doroteo o Mateo estaba desfalleciendo aún cuando corría solo en la delantera… y a punto de caerse… escuchó un grito “VIVA GUATEMALA” que le dio ánimo hasta llegar a la meta.

Quienes lo alentaron eran hijos de ricos que estudiaban medicina en Boston y al escuchar en una radio local que un guatemalteco punteaba cercano a la meta abandonaron las clases y se fueron a avivar a quien ese día se convirtió en el mejor atleta de Guatemala.

No hubo polarización a causa de la Revolución que en ese momento encabezaba Jacobo Arbenz… los muchachos ricos alzaron en andas al compatriota… sin maledecir como ciertos “Baby Boomers” hacen.

La próxima vez que un viejo como uno rezongue por lo que “perdió”… le cuento la historia de Doroteo Guamuch… aunque pienso que seguirá con la descorazonadora cantaleta.