Guatemala: En “tierra de tiburones”, un activista anticorrupción podría ser presidente

Guatemala: En “tierra de tiburones”, un activista anticorrupción podría ser presidente

En ‘tierra de tiburones’, un activista anticorrupción podría ser presidente (REUTERS)

 

 

 





 

Bernardo Arévalo tenía casi una década disfrutando de una vida tranquila y predecible con su familia en Ginebra, trabajando en temas a favor de la democracia para una organización sin fines de lucro. Esa plácida existencia terminó cuando regresó a su país natal, Guatemala, y se involucró en la política.

Simón Romero y Jody García // THE NEW YORK TIMES // INFOBAE

En la actualidad, cada vez que Arévalo aparece en público atrae multitudes que quieren escucharlo fustigar contra los ataques del Gobierno a la democracia de Guatemala.

Escoltado por un destacamento de seguridad bien armado después de recibir amenazas de muerte y tras el asesinato de un candidato presidencial en Ecuador la semana pasada —hecho que estremeció a toda América Latina—, Arévalo usa un chaleco antibalas y viaja en una camioneta blindada.

Ahora, en lo que se está convirtiendo en un momento crucial para el país más poblado de Centroamérica, Arévalo, un políglota que habla francés y hebreo y que tiene un doctorado en sociología, está cerca de ganar la presidencia en la segunda vuelta del domingo, una escenario que hasta hace apenas unos meses era inverosímil.

“Me parece que Bernardo es un glitch en la matrix”, dijo Edgar Ortiz Romero, experto en derecho constitucional y uno de los principales analistas de riesgo político de Guatemala, quien calificó a Arévalo como el candidato más progresista en llegar tan lejos desde 1985, cuando se restableció la democracia en el país después de más de tres décadas de gobiernos militares.

Citando las medidas del Tribunal Supremo Electoral del país antes de la primera vuelta en junio para descalificar a todos los candidatos serios que pudieran desafiar al sistema conservador en el poder, Ortíz Romero agregó: “Yo jamás pude ver, y creo que nadie, que en el diseño y arquitectura fraudulenta de descalificación de rivales se iba a favorecer a Bernardo. Si lo hubieran sabido, lo hubieran descalificado”.

Tras el inesperado respaldo que recibió en la primera vuelta, las encuestas sugieren una victoria aplastante para Arévalo, el candidato de 64 años de un pequeño partido compuesto en gran parte por profesionales urbanos, como profesores universitarios e ingenieros, sobre Sandra Torres, una ex primera dama considerada la abanderada del sistema conservador en el poder.

Aun así, persisten las dudas en torno a los resultados, en especial después de que las encuestas no pudieran prever el desempeño previo de Arévalo, y ante la incógnita de si los partidarios de Torres interferirán con la votación, una posibilidad preocupante en un país donde las elecciones se ven empañadas regularmente por intentos de manipular los resultados.

Más detalles en INFOBAE