Un encierro partido en dos, último de los Sanfermines 2023 y sin heridas por asta de toro

Un encierro partido en dos, último de los Sanfermines 2023 y sin heridas por asta de toro

Un mozo es corneado por uno de los toros de la ganadería de Miura, durante el octavo y último encierro de sanfermines este viernes en Pamplona. EFE/Daniel Fernández

 

Los famosos toros de la ganadería sevillana de Miura fueron los encargados este viernes del último encierro de los Sanfermines 2023 de Pamplona (norte de España) con una manada dividida en dos grupos que no generó grandes sustos ni heridos por asta.

La carrera delante de los animales duró dos minutos y veintidós segundos, en la media de lo habitual en esta fiestas y se caracterizó por la velocidad y la nobleza de los astados de esta mítica ganadería, la que más participaciones acumula en la Feria del Toro de Pamplona.





Con temperatura todavía fresca en una jornada en la que la capital navarra está en alerta naranja por calor y más personas en las calles por la llegada del fin de semana, se celebró el esperado encierro de la ganadería del municipio de Lora del Río (Sevilla, sur).

Tras los tradicionales cánticos a San Fermín, dedicados en esta ocasión a uno de sus impulsores, recientemente fallecido, arrancó puntual a las 8 de la mañana la carrera que dejó, al menos, seis trasladados al Hospital Universitario de Navarra por contusiones y heridas.

Estos corpulentos toros se mantuvieron agrupados en la cuesta de Santo Domingo, donde los mozos pudieron correr delante de uno de ellos que abrió la manada. Los tres primeros, sin todavía separarse de sus hermanos, fueron cogiendo posición en cabeza con uno de los mansos que los guiaba hasta la plaza.

En los tramos del Ayuntamiento y la calle Mercaderes, los toros continuaron unidos, pero estirándose poco a poco, hasta llegar a la curva con la popular vía Estafeta, que encararon sin caídas, pero que hizo que el grupo se separa en dos, con los tres primeros toros negros a mayor velocidad y cogiendo distancia al resto.

A partir de este momento se vivieron dos encierros paralelos, con tres toros cada uno, perfectamente agrupados y con un comportamiento noble, sin mirar a los lados ni arremeter contra los corredores.

Las caídas y golpes que se fueron produciendo, tanto en este tramo como en el resto de la carrera, se debieron a la velocidad de los astados.

Los de Miura subieron la calle Estafeta sin grandes sustos, pero al llegar a los tramos de Telefónica y Callejón, pegados a la derecha produjeron momentos de peligro con varias personas caídas junto al vallado y con los astados pasando por al lado.

Los primeros astados completaron el recorrido en poco más de dos minutos, y veintidós segundos después fueron sus hermanos los que entraron a los corrales de la Monumental.

Jornada de despedida para los corredores y aficionados a los encierros en la que los Miura serán lidiados esta tarde por el español Rubén Pinar, el francés Juan Leal y el venezolano Jesús Enrique Colombo. EFE