Ucranianos envían al frente alimentos tradicionales de Pascua para soldados

Ucranianos envían al frente alimentos tradicionales de Pascua para soldados

Vista de unos “psyankas”, Huevos de Pascua decorados, en las calles de Leópolis. Muchos ucranianos preparan su desayuno de Pascua lejos de sus familias pero los alimentos tradicionales llegan incluso al frente como signo de gratitud y apoyo para que los soldados puedan unirse a la celebración aunque estén lejos del hogar. EFE/ Rotyslav Averchuk.

 

Muchos ucranianos preparan su desayuno de Pascua lejos de sus familias pero los alimentos tradicionales llegan incluso al frente como signo de gratitud y apoyo para que los soldados puedan unirse a la celebración aunque estén lejos del hogar.

Quienes celebran la Pascua ortodoxa esta semana acuden a las miles de iglesias abiertas este sábado en toda Ucrania, para que sus tradicionales cestas con los alimentos preparados para el Domingo de Resurrección sean rociadas de agua bendita.

Las cestas contienen diferentes tipos de embutido, los huevos de Pascua decorados conocidos como “pysankas” y los tradicionales bizcochos de Pascua llamados “paskas”.

El ambiente está animado y muchos fieles llevan las camisas bordadas tradicionales de Ucrania, pero no es posible evadir la realidad de la guerra y muchos siguen de cerca las noticias del frente y de la ciudad de Sloviansk, donde el número de víctimas mortales de un ataque ruso cometido el viernes ascendió hoy a 11.

En la ciudad de Leópolis (oeste), la Iglesia de la Guarnición de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo alberga varios cientos de fotos de soldados caídos, que sirve como recordatorio de que, para muchas familias, esta comida de Pascua será la primera sin sus padres, hermanos o hijos, muertos mientras repelían la invasión rusa.

Sofía, de 20 años, perdió hace un año a su padre, un soldado profesional que estuvo entre quienes absorbieron el primer impacto de las tropas rusas y resultó mortalmente herido cerca de Popasna, en la región oriental de Lugansk.

La joven dice que al menos tiene la fortuna de saber qué le pasó, mientras que muchas familias tienen allegados que figuran todavía como “desaparecidos en combate”. Su tío regresó recientemente de un año de servicio, por motivos de salud, mientras que la solicitud de su madre para unirse al ejército, al inicio de la invasión, fue rechazada.

“Respeto enormemente a mi padre y a todos los hombres y mujeres que nos están protegiendo”, dice Sofía a Efe y explica que está pensando empezar a trabajar como sanitaria en las fuerzas armadas.

Junto con otros miembros de Plast, la mayor organización ‘scout’ de Ucrania, ha estado recolectando alimentos tradicionales de Pascua, traídos por los vecinos, para enviarlos al frente.

“Todo el mundo tiene derecho a vivir las fiestas y queremos ayudar a los soldados ya que estamos muy agradecidos por su protección”, dice a Efe Marichka, de 15 años, rodeada de cajas con “paskas” en la oficina de Plast en Leópolis.

Muchos de los amigos de las jóvenes están combatiendo, ya que unos 500 miembros de la organización se han unido a las filas del ejército ucraniano.

“Es gracias a ellos que estamos vivos y podemos hornear paskas”, afirma Olga Prykhodko, que preside la rama regional de Plast en Leópolis.

Relata que en sus visitas al frente, para suministrar de forma urgente equipamiento, raciones, sacos de dormir o kits médicos, trabó amistad con numerosos soldados de todo el país.

“Enviarles los alimentos tradicionales es otra señal de que les recordamos, de que estamos todos juntos en esto a pesar de la distancia y nos esforzamos juntos porque esté más cerca la victoria”, subrayó Olga.

Espera que los soldados puedan recibir los alimentos a tiempo para el almuerzo del Domingo de Resurrección, pero en gran medida dependerá de los ataques de la artillería enemiga ese día.

Aunque celebra la Pascua en las mismas fechas que Ucrania, Rusia mantiene estos días la presión a lo largo del frente del Donbás y las fuerzas ucranianas afirman haber repelido más de 50 asaltos en las últimas 24 horas tan solo en Donetsk.

Los soldados con los que Olga está en contacto no hablan mucho de sus experiencias pero están decididos a seguir luchando hasta la victoria.

“Dicen que son conscientes de que podría llevar mucho tiempo. Pero están allí para ganar. Y nosotros vamos a estar aquí para ellos todo el tiempo”, subraya.

EFE

Exit mobile version