Universidad y libertad: el cambio no mencionado que necesita Venezuela, por Daniel Alberto Contreras

Universidad y libertad: el cambio no mencionado que necesita Venezuela, por Daniel Alberto Contreras

La universidad venezolana ha sufrido un grave deterioro en los últimos años debido a la intervención y el control del régimen chavista que ha acabado con el presupuesto, además de haber perseguido a los profesores y estudiantes críticos, logrando imponer un currículo ideologizado que limita la libertad de cátedra e investigación, todo esto con el fin de fomentar una nación ignorante y fácil de manipular, que no cuestione ni se oponga a sus planes totalitarios.

La autonomía de la universidad debe ser completa y no debe depender de un grupo en el poder. Solo así se podrá garantizar una educación de calidad, que potencie los talentos de los estudiantes y profesores, contribuyendo así al desarrollo del país, y al bienestar de sus ciudadanos; además, es de conocer que el régimen chavista ha asesinado a varios estudiantes por ejercer su derecho a la protesta, estos estudiantes son héroes que han dado su vida por defender la libertad y la dignidad de Venezuela, mostrando la necesidad de un cambio sistemático para la nación, siendo el modelo universitario actual uno de los factores a evolucionar.

Una de las condiciones necesarias para que la universidad sea autónoma y libre es que no dependa económicamente del Estado, esto es algo que se puede entender fácilmente si pensamos en la similitud que se tiene con las famosas mesadas a los adolescentes en los viejos tiempos, a pesar de hacer con el dinero que le daban sus padres lo que quisieran, dichos adolescentes dependían del dinero de sus padres para poder actuar, por lo tanto, no eran verdaderamente libres. Lo mismo ocurre con la universidad, si esta depende de los recursos de un Estado que traiga consigo una agenda de adoctrinamiento, la única opción será arrodillarse ante el tirano y seguir sus lineamientos, pues el mismo régimen es quien tiene el dinero que hace subsistir a la institución, ocasionando que no pueda ejercer su función crítica y transformadora de la sociedad. Por esto mencionado, es que la universidad debe ser independiente a los recursos del Estado y generar sus propios recursos a través de investigaciones y nuevas propuestas; pero entonces surge la pregunta: ¿cómo funcionaría una universidad así? ¿Sería privada? ¿Subsidiada? véase algunas posibles respuestas que se deben analizar y criticar en busca del enriquecimiento de la propuesta.





Una universidad privada no tiene por qué ser inaccesible para los estudiantes, al contrario, puede ofrecer una educación de calidad y asequible, hoy por hoy tenemos en mente universidades privadas costosas generando una falacia de que todas aquellas que sean privadas deben ser costosas e inaccesibles, ¿Podría existir un modelo universitario privado con bajos costos?. ¡Claro que si! para esto se debe dar apertura al mercado y crear una competencia de mercado pero en el ámbito universitario. Pero ¿cómo lograrlo? la clave está en aprovechar las oportunidades que brinda la universidad para generar recursos propios y al mismo tiempo formar a los estudiantes.

Se conoce que hoy en día los estudiantes recién graduados enfrentan el reto de ingresar al mercado laboral sin experiencia previa. ¿Qué tal si combinamos ambas necesidades? Por un lado están las universidades que necesitan crear un servicio para cubrir sus gastos e incluso generar ganancias y, por otro lado, los estudiantes que desean adquirir experiencia para lograr un curriculum competitivo. Existiendo estas necesidades las propuestas para satisfacerlas se basan en que la universidad puede generar recursos propios a través de investigaciones, prácticas, análisis y proyectos que involucren a los estudiantes y les brinden experiencia; así, se reduce el costo de la matrícula y se mejora la calidad de la educación con la práctica. Con esta propuesta se generan recursos para la universidad y experiencia para los estudiantes, mejorando así sus oportunidades para ingresar al mercado laboral como también permitiéndole a la universidad tener una fuente de ingresos constante para no hacer una carga total a la matrícula, pues la problemática actual es que la estructura de costos de la universidad se va directamente a la matrícula final que paga el estudiante, pero con esta fórmula cambiaría para siempre la forma de ver el modelo educativo.

Al no depender económicamente del Estado las universidades tendrán un gran margen de aprovechamiento, pero esto debe acompañarse con una red de universidades autónomas que aseguren la estabilidad de la institución universitaria en todo el país, logrando incluso crear una contraparte intelectual para los futuros gobiernos en pro de defender las instituciones, especialmente la Universidad, logrando así un punto de quiebre en la historia de Venezuela donde exista un gran peso Intelectual que busque fortalecer la democracia y reducir al Estado, pues las gestiones de gobierno deben estar rodeadas de expertos y personas capacitadas, y que mejor que reunir a las mejores universidades del país para lograr propuestas imparciales para la construcción de un país que necesitará de sus ciudadanos, de sus intelectuales, y de personas éticas frente a este gran reto llamado Venezuela.
L
a universidad debe evolucionar porque en medida que lo haga el país crecerá y se construirá el país que desea la juventud venezolana, pero… ¿Cual es el país en el que quieren vivir los jóvenes? Pues ese país es uno que parte del mérito, de la ética y la responsabilidad, siendo la universidad el punto de encuentro de estas características y por ende debe ser el motor del cambio social y político en Venezuela logrando formar a la nueva generación de líderes nacionales que están destinados a llevar a la grandeza a esa reina que destella luz y gracia llamada Venezuela

Coordinador Estadal Vente Joven Mérida
@DaniContrerasVe