Actividad comercial en San Antonio y Ureña retrocede tras apertura de frontera

Actividad comercial en San Antonio y Ureña retrocede tras apertura de frontera

 

 

 





 

Comerciantes de los municipios fronterizos del Táchira reportan una baja considerable en la venta de productos y adquisición de servicios, por lo que consideran que pareciera que la apertura vehicular de la frontera, en vez de beneficiarlos, los ha perjudicado. La mayoría de comerciantes consultados expresan que este panorama se debe a que el estado Táchira tiene muy poco para ofrecer en materia de bienes y servicios.

Anggy Polanco // Corresponsalía lapatilla.com

Carmen Osorio, una emprendedora de confección y costura en Ureña, está a punto de cerrar su negocio, dado que desde que se abrió la frontera, ha experimentado una menor venta de los productos que fabrica. En la actualidad, su local repleto con vestidos de niñas y ropa de damas, a pesar de que sigue abierto, está rodeado de otros negocios con las santamarías abajo.

“A raíz de la apertura de la frontera, para los pequeños comerciantes, como somos nosotros en este momento, ha sido caótico, porque cuando la frontera estaba cerrada, al menos el mismo pueblo venía y compraba, pero ahora todo decayó”, expuso la comerciante.

Narró que lamentablemente el comercio del municipio Pedro María Ureña no tiene nada que ofrecerle al colombiano, en vista de que gran parte de la materia prima se trae del vecino país.

Cuando se abrió la frontera, la comerciante invirtió en telas pensando que las ventas se incrementarían, pero la realidad fue otra: al paso de tres meses de la apertura vehicular, ha sido peor, comentó. “Sinceramente estamos a punto de cerrar, porque ni para el alquiler da”, dijo.

Indover Sayago, representante del sector comercial en San Antonio, expuso que el comercio se encuentra en un 80% caído, pese a la apertura de los puentes internacionales, debido a que la región no se ha podido levantar ni recuperar desde hace siete años, cuando la frontera fue cerrada.

“Pensábamos que este año iba a aumentar entre un 5% y 10 % la actividad comercial de San Antonio, pero más bien ha retrocedido en un 10%”, relató el representante del gremio.

Indicó que en parte la precariedad que hoy atraviesa el sector comercial se debe a la inflación que experimenta Venezuela en lo que va de 2023, lo cual ocasiona que algunos productos que pudieran ser llamativos para los colombianos sean más costosos que en el vecino país y, por ende, sus costos no son competitivos.

Indicó que el comercio local añora que la región sea competitiva y atraiga a los visitantes colombianos, pero lo que observan es que los venezolanos prefieren cruzar al lado colombiano para adquirir gran parte de sus productos. Mientras que los colombianos evitan visitar la región andina por el gran temor que siente de ser extorsionados por la fuerza pública venezolana.

Adicional a la difícil situación que atraviesan los comerciantes locales, se le suma que los servicios públicos registran aumentos de hasta 1.000%, lo cual es la estocada final para el comercio y la industria del Táchira, apuntó Indover Sayago.

“En vez de promover y apoyar políticas para desarrollar nuestro comercio, sistema gastronómico, turístico y hotelero, más bien nos están afectando y nos pone en desventaja frente a la competencia colombiana”, relató el gremialista.

Varios empresarios ya han pasado carta de cese de actividades ante la autoridad tributaria, ya que es imposible sostener un negocio de tal manera, precisó Sayago.

“Las ventas están muy malas, esto está muy solo, no se vende nada, toda la mercancía está ahí, no llega ni un cliente”, declaró a lapatilla.com Ariel González, quien es propietario de una venta pantalones en la avenida Intercomunal Simón Bolívar de Ureña.