Los latidos del corazón influyen en la forma que el cerebro percibe el paso del tiempo

Los latidos del corazón influyen en la forma que el cerebro percibe el paso del tiempo | Foto de jesse orrico en Unsplash

 

 

Lo descubrieron científicos de la Universidad de Cornell, en los Estados Unidos. Los detalles del estudio y qué encontraron sobre cómo se va ajustando la experiencia del tiempo





Cuando una persona está leyendo un libro, su cerebro está controlando el paso del tiempo. La persona no se da cuenta y eso permite concentrarse en la lectura. Esa percepción del tiempo por parte del cerebro puede fluctuar, y algunos momentos parecen extenderse o achicarse con respecto a cada segundo objetivo.

Por Infobae

Aunque esos pliegues en el tiempo pueden ser distorsiones de la realidad, técnicamente no están todos en la cabeza. Según un nuevo estudio científico, algunos se originan en el corazón.

Los latidos del corazón marcan el ritmo de la percepción del tiempo, señaló el autor principal y profesor de psicología de la Universidad de Cornell en los Estados Unidos, Adam Anderson. Su trabajo ilustró el papel clave que desempeña el corazón para ayudar a no perder la noción del tiempo. El estudio se publicó en la revista Psychophysiology.

“El tiempo es una dimensión del Universo y una base fundamental de nuestra experiencia del yo”, afirmó Anderson. “Nuestra investigación demuestra que la experiencia del tiempo momento a momento está sincronizada con la duración de los latidos del corazón y cambia con ellos”, agregó.

Las células afectadas son el marcapasos natural del corazón. Conforman el llamado “nódulo sinusal o sinoauricular”

 

Estas variaciones en la percepción del tiempo -o “arrugas temporales”– son normales, aseguran los investigadores, y pueden ser adaptativas. Investigaciones anteriores también han explorado sus orígenes, sugiriendo que los pensamientos y las emociones pueden distorsionar el sentido del tiempo, haciendo que algunos momentos parezcan dilatarse o contraerse.

En un estudio del año pasado, por ejemplo, Anderson y sus colegas descubrieron que los viajes en tren de realidad virtual parecían durar más tiempo para los pasajeros cuando los trenes simulados estaban más llenos.

Pero diversos estudios anteriores se han centrado en la percepción de intervalos de tiempo relativamente largos, y por lo tanto tienden a revelar más cómo las personas estiman lapsos extensos que cómo lo experimentan directamente en el momento.

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