Ni hiyab ni burka; a las mujeres ni con el pétalo de una rosa, por @ArmandoMartini

Ni hiyab ni burka; a las mujeres ni con el pétalo de una rosa, por @ArmandoMartini

Armando Martini Pietri @ArmandoMartini

Dicho que establece, a una mujer no se le debe pegar ‘Ni con el pétalo de una rosa’. Y le pone nombre, a una gota de rocío al amanecer, delicada y pura. Un hombre que ose levantar la mano o la voz contra la mujer, es y será un cobarde. No la hieras con el pensamiento ni las obligues a usar el hiyab o burka.

Cursilería -para algunos-, pero dice mucho para otros. Podríamos añorarla, por el aumento de la violencia, quizás por aquella máxima que antaño sí funcionaba, y bajo cuyo influjo, fuimos educados. Sentencia que condensa posturas ideológicas, religiosas, políticas y hasta estéticas, tradicionales en nuestro país. Pero ese, es otro tema. 

A lo largo de semanas los iraníes han salido a las calles para enfrentarse al mando autoritario policial y militar de los clérigos que conducen, una teocracia tiránica, impuesta a cuenta de Alá, sin preguntarle ni consultarlo, -que excede la sensatez y el buen juicio-, al mismo tiempo que auspician militarismo, armamentismo, represión al estilo de la Edad Media; promueven terrorismo, fanatismo islámico y como política, la intervención en países que consideran opuesto. ¡Una verdadera tragedia! 





Irán es el único país que cuenta con una fuerza militar entrenada, disciplinada, organizada y armada, no para defenderse contra agresiones externas, ni siquiera para preservar el orden interno, sino para organizar y ejecutar el terrorismo en el mundo. La llamada “Fuerza Quds”. Una división de la Guardia Revolucionaria Islámica, responsable de operaciones extraterritoriales. Apoya a milicias de diversos países, como en Libano a Hezbollah, Hamas y la Jihad en Palestina, los hutíes de Yemen; los milicianos chiíes en Irak, Siria y Afganistán. Comandada por el general Qasem Soleimani, hasta que fuera abatido por un ataque con drones en el aeropuerto internacional de Bagdad (Irak) en enero de 2020. Los generales reportan directamente al Líder Supremo de Irán, sin obedecer a la jerarquía militar, sólo rinden cuenta y respetan al clérigo en el poder.

Pero los iraníes, que con tanto entusiasmo apoyaron la caída del régimen del Sha Mohammed Reza Palevi y el regreso de su exilio del feroz Ruholla Jomeini, se han cansado de 40 años de dictadura de la “Sharia”; ley islámica tomada del Corán y, según Mahoma, dictada personalmente por Dios. A él, claro, en sus sueños, que después revelaba a sus seguidores.

Son los religiosos profesionales iraníes los que gobiernan el país, y para ellos el terrorismo no es más que “guerra santa” en nombre de Alá, para imponer el islamismo al mundo entero, objetivo para el cual el terrorismo es conveniente. Y lo aplican. Parecido a la piltrafa humana del Che, homicida admirado sólo por estultos pendejos; y lo que hacían los sinvergüenzas comunistas, exterminando a millones de ciudadanos. Son primos hermanos asesinos.

Odian a Israel, lo califican de “Gran Satán”. En Argentina, hace años y en causa judicial aun abierta, aunque Cristina trate de hacerse la loca, asesinaron con una bomba a varias decenas de judíos, demostrando que respaldan el terrorismo. Atiborrados de petróleo y enriquecidos, los ayatollahs no vacilaron en fortalecer militarmente al país, y convertirlo en potencia nuclear, además de armar sin límite a su equipo terrorista. 

Una cosa piensan bobolongos clérigos en el poder, otra los valientes iraníes, ciudadanos, hartos de abusos y tiranía, llevan semanas protestando a partir del asesinato a golpes de una mujer por la Policía Moral, (que cuida vetustas costumbres) por considerar, no iba vestida conforme al mandato de normas medievales del país.

Un detalle a tomar en cuenta, y que muestra cómo piensan los tiranos, déspotas y opresores del chiismo islámico. A quienes arrestan por protestar, los envían a una institución psiquiátrica para ser reeducados. Evidenciando el magnífico avance de la psiquiatría iraní. Grupos defensores de los Derechos Humanos aseguran que hay muchos heridos y muertos. Las manifestaciones continúan, sin mostrar signos de desaceleración y la tensión se acrecienta. 

No es la primera vez que iraníes salen a las calles para protestar contra el régimen arbitrario y abusador, pero éstas, son las protestas más audaces. Imágenes muestran manifestantes quemando hiyabs, y escucharlos corear, “muerte al dictador”, y cantar, “vida, libertad y mujeres”, resulta refrescante y emocionante. 

Los reproches son sinceros, profundos y auténticos. Es la ciudadanía, pueblos, los ciudadanos decentes, de principios y valores, los indicados que deben y pueden quitarse de encima, sacudirse la vergüenza de las dictaduras violadoras de cualquier derecho humano, mentirosas, arbitrarias, injustas, piensen como piensen y tengan la fuerza que tengan, hasta la más larga aferrada al poder.

@ArmandoMartini