La jugada “maestra” de Alemania que enfurece a Putin y que puede significar un punto clave para la guerra

Presidente de Rusia, Vladímir Putin / EFE.

 

El gobierno alemán confiscó el viernes tres refinerías de petróleo en el país propiedad del gigante energético ruso Rosneft, en su último esfuerzo por hacer frente a una creciente crisis energética europea avivada por Moscú.

Por Insider 





Traducción libre de lapatilla.com 

La medida pone las acciones de las refinerías, PCK Schwedt, MiRo en Karlsruhe y Bayernoil en Vohburg, bajo el control de una agencia gubernamental, dijo el Ministerio de Economía de Alemania en un comunicado..

“La administración fiduciaria contrarresta la amenaza inminente a la seguridad del suministro de energía y sienta una base importante para la preservación y el futuro de la ubicación de Schwedt”, dijo.

“La decisión va acompañada de un paquete integral para el futuro, que traerá un impulso de transformación a la región y apoyará a la refinería, para garantizar el suministro de petróleo a través de rutas de entrega alternativas”, agregó.

La refinería PCK Schwedt es una importante fuente de combustible para Berlín, la capital de Alemania.

Alemania se ha comprometido a detener las importaciones de petróleo de Rusia bajo las sanciones de la Unión Europea que entran en vigor en diciembre. Eso amenazaba las operaciones futuras de las refinerías, dada su propiedad, según el ministerio.

Rosneft Deutschland representa el 12% de la capacidad de procesamiento de petróleo de Alemania, lo que la convierte en una de las mayores compañías de procesamiento de petróleo del país, dijo el ministerio. Alemania importa petróleo crudo por valor de varios cientos de millones de dólares de Rusia cada mes a través de sus unidades, agregó.

Alemania se ha visto atrapada en el corazón de una crisis energética paralizante a medida que Rusia ahoga el suministro a la nación en represalia a las sanciones occidentales impuestas a Moscú. Sus líderes han acusado a Moscú de “armar” sus suministros de energía, ya que cortó y luego detuvo por completo los flujos de gas natural a Alemania a través del gasoducto clave Nord Stream 1.

Al igual que otros países europeos que dependen de las importaciones de energía rusas, Alemania está luchando por encontrar formas de asegurar el suministro de combustible antes de que llegue el invierno, con su habitual aumento estacional de la demanda. Ha almacenado gas y ha introducido medidas como la reactivación de las centrales eléctricas alimentadas con carbón para generar electricidad y ayudar a asegurar la energía necesaria.

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