La inflación en dólares afecta el costo de la vida de los venezolanos

Un vendedor ambulante cuenta sus ganancias en dólares y bolívares en Caracas, en una fotografía de archivo. EFE/ Rayner Peña R.

 

La crisis política, social y económica que arropa a Venezuela desde hace más de dos décadas ha ocasionado que el ciudadano esté padeciendo una calidad de vida que se encuentra mermada y una capacidad de compra disminuida. Independientemente de cuánto esté cobrando un trabajador, cada día pareciera que el mismo monto es menos útil a la hora de ir a cancelar bienes y servicios para satisfacer sus necesidades.

Por Julián Alvarado | LA PRENSA DE LARA





La innegable inflación que por varios años ha golpeado al país no sólo está afectando a la moneda local. Los dólares, que parecían ser el resguardo perfecto para el venezolano buscando conservar sus ingresos y que su salario o cobro no perdiera valor, en la actualidad no son garantía de mantener un estilo de vida apropiado.

En un balance económico de los primeros seis meses del año realizado por Ecoanalítica, estimaron que el costo de la vida en dólares tuvo un incremento de 16 por ciento, afectando fuertemente a las empresas productoras y el poder adquisitivo de los salarios en Venezuela.

La economista, Liuba Malpina, comentó que la “poca capacidad productiva de Venezuela genera que los precios vayan creciendo” ante la poca competencia en el mercado, enfatizó que eso es consecuencia de aquella “campaña y política de expropiaciones”.

“Esa acción de perseguir a la empresa privada es lo que generó un proceso de desmotivación, de ese incentivo a la inversión. Por lo cual empezó a caer el parque productivo de Venezuela y los pocos empresarios que quedaron en pie, se encuentran sometidos a estructuras parafiscales que encarecen el proceso productivo”, añadió Malpina.

Según el Observatorio de Derechos de Propiedad de Cedice, entre los años 2005 y 2017 se expropiaron un total de 1.359 empresas en el país y esto aunado a los datos precisados por el economista, Alejandro Castro sobre que las empresas, principalmente manufactureras, que están laborando en Venezuela lo hacen a menos del 30 por ciento de su capacidad instalada; es decir, que los niveles de producción no satisfacen la demanda interna.

Especialistas del área confirman que la mejora de la economía requiere de tiempo, inversiones locales y extranjeras, y de talento humano que al verse limitados deciden salir del país en busca de mejoras.