Tragedia en Santa Elena de Uairén: “Pusimos a los niños a dormir en chinchorros, mientras lidiábamos con el agua”

Tragedia en Santa Elena de Uairén: “Pusimos a los niños a dormir en chinchorros, mientras lidiábamos con el agua”

 

Rubén y su familia no escucharon nada. No hubo algún sonido que los alertará que algo en la casa no estuviera bien. El hombre admite que a eso de la 1:37 de la madrugada del sábado 30 de julio, le dieron ganas de ir al baño. En cuanto puso los pies en el piso, supo que algo no estaba bien. Miró a su alrededor y todo estaba lleno de agua, la cual ya le daba por los tobillos.

Por Pableysa Ostos / Corresponsalía lapatilla.com





Inmediatamente empezó a despertar a la familia. “A mis sobrinos, a mis papás, a mis hermanas. Empecé a despertar a todos”, relató Rubén Contreras, habitante del sector El Merey en Santa Elena de Uairén al sur del estado Bolívar.

“Organizamos lo que son las camas. Guindamos unos mecates en el techo y colgamos las tres camas. Recogimos los muebles. Como teníamos unos chinchorros, los agarramos y los guindamos alto a una altura donde medimos que el agua no iba a llegar”, describió el hombre.

Ellos fueron una de las más de 4 mil familias que se vieron afectadas con el desbordamiento del río Uairén, tras las lluvias registradas en la zona. “Pusimos a los niños a dormir en unos chinchorros, mientras nosotros lidiamos con el agua”, explicó Contreras.

“Abrí la puerta del frente y vi que los vecinos estaban igual. Los que vivían en la parte más baja estaban completamente inundados. Tomé un palo de escoba e hice varias rayas, unas tres rayas, y empecé a calcular el tiempo: en la primera raya tardó casi una hora en subir el agua; a la segunda raya le tomó unos 32 minutos, y ya para la tercera el agua iba muy rápido, tardó unos 17 minutos en subir”, relató Contreras.

Más de 10 sectores afectados

 

Tragedia en Santa Elena de Uairén: “Pusimos a los niños a dormir en chinchorros, mientras lidiábamos con el agua”

 

Según la información suministrada por la gobernación del estado Bolívar, las comunidades afectadas fueron Casco Central, Brisas del Sampay, Brisas de Dios, El Nazareno, Caño Amarillo A y B, el Valle de Guayabal, El Salto, Cielo Azul, Los Pinos, Merey, La Constituyente y Briceño.

Rubén Contreras siguió relatando cómo enfrentó la inesperada situación: “Hicimos cálculos y vimos que teníamos que evacuar por cómo estaba creciendo el río. Mientras quitamos las camas, colocamos a los niños en hamacas, y medio recogimos. Se nos hicieron las 3:00 de la mañana, y ya a esa hora el agua nos llegaba a la cintura. Como aún los niños estaban colgados en las hamacas, a la altura del techo, nos dio chance de esperar que aclarara para salir”.

Admite que lo peor fue que cuando iban a evacuar, recuerdan que el carro estaba en el taller, porque lo iban a pintar. Rubén tuvo que ir lo más rápido posible hasta el taller para buscarlo. Su plan era moverse en su carro con toda la familia hasta el sector La Planta, ya que allá tienen una prima y al parecer no habían sido afectados por las inundaciones.

A las 6:00 de la mañana del sábado 30 de julio, salieron hasta la entrada de La Constituyente y vieron que ahí la corriente era muy fuerte. Y estaba peor que en su sector. “Me encontré con que la zona del hospital estaba peor, no adentro, pero sí afuera, el estacionamiento. La corriente era súper fuerte”.

Buscar refugio

 

 

En medio de la desesperación y la necesidad de buscar un resguardo para él y su familia, empezaron a buscar opciones. “Me tocó regresar a los lados de Curumay. A la altura de la iglesia tampoco pude pasar, eso estaba feo, feo. Me puse a pensar qué hacía con los niños y me acordé que un amigo vivía en un sector cercano”.

“Le dije a mi papá que diera retro y gracias a Dios logramos llegar a Kewey 2. Un trabajador, compañero del aeropuerto, me prestó el apoyo en su casa, que no se inundó. Él se ha portado excelente. Nos prestó un cuarto, su sala y unas literas”, detalló Contreras.

Perdieron todo

La familia detalla que en su sector todos sus vecinos perdieron muchas cosas. “Nosotros pudimos guindar en las hamacas las camas. Lo que es la cocina, la nevera, todo eso quedó bajo agua. El televisor estaba en una peinadora que era de cartón piedra, y al mojarse eso se fue hacia abajo y lamentablemente perdimos el televisor. Como el agua avanzó demasiado rápido, no nos dio chance de recuperar muchas cosas”.

La mañana de este domingo 31 de julio, la familia fue nuevamente hasta su comunidad, pero el agua había bajado solo en unas tres cuadras. Para llegar a la de ellos, el agua debía ceder unas 4 cuadras más. No fue hasta el mediodía que sus papás pudieron ingresar a la vivienda, pero el piso todavía tenía agua, “unos cuatro dedos de altura”. Estamos esperando que termine de escurrir todo para ver qué podemos poner al sol. Que se puede recuperar”.

En refugios

 

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Ángel Marcano, gobernador del estado Bolívar, informó desde el sector Los Pinos, el cual es uno de los más afectados, que están atendiendo a la gente con alimentos. “Más de 60 toneladas llegaron y seguirán llegando. Igualmente, medicinas, colchones”.

“No hay heridos. No hay muertes. Y los compañeros más afectados se encuentran en refugios protegidos y están siendo atendidos desde el punto de vista médico y también en lo personal”, sumó Marcano.

Trascendió que unas 732 viviendas quedaron afectadas y que alrededor de 210 personas, que residen en las zonas de mayor riesgo, fueron trasladadas hasta la sede del 5102 Escamoto “Cnel. Hermenegildo Mujica Ramos” y la Fundación del Niño.

Este domingo 31 de julio se restableció el servicio eléctrico en los sectores no afectados. Fuentes militares precisaron que el nivel del río está descendiendo.

Atención médica

 

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La Autoridad Única y presidente del Instituto de Salud Pública del estado Bolívar (ISP Bolívar), Manuel Maurera, aseguró que entregaron medicinas como antipiréticos, analgésicos, antiinflamatorios, cremas tópicas y suero oral.

También entregaron antihipertensivos, antibióticos, material médico y quirúrgico, antigripales, antiparasitarios, antimicóticos, antimicrobianos, solución glucosada, solución fisiológica, vacunas de todos los tipos, entre otros, que fueron llevados a refugios y hospitales para atender a las familias.

El presidente del ISP Bolívar dijo que dieron atención a casos puntuales de hipertensión y otras patologías crónicas. “El Hospital Rosario Vera Zurita está en su máximo funcionamiento, con pediatría, medicina general y todos los servicios”.

“Tenemos el personal médico y de salud de guardia en su totalidad, así como en el Centro de Diagnóstico Integral de Santa Elena de Uairén para garantizar la máxima atención de las familias afectadas”, sumó Maurera.

Los habitantes de Santa Elena de Uairén admiten sentirse preocupados debido a que este mes es cuando se presentan mayores precipitaciones.