Presbicia post pandemia: ¿Qué tan perjudicial fue el Covid-19 para la visión?

Presbicia post pandemia: ¿Qué tan perjudicial fue el Covid-19 para la visión?

La presbicia se exacerbó con la pandemia. Se notó más debido a que la visión cercana aumentó por el uso de las computadoras celulares pantallas (Getty Images)

 

 

 

Hay una palabra, una situación, que más allá de las nuevas opciones terapéuticas, sigue relacionada con un rango etario específico: la presbicia. Sólo se tiene presbicia si ya se han cumplido al menos cuatro décadas de vida. De hecho, la palabra “presbicia” proviene del griego y significa “ojo viejo”.

Por Infobae

Sin dudas, marca un antes y después en todas las personas, incluso, en aquellas que consideraban que cuentan con una excelente visión, sanas, que posiblemente nunca habían visitado a un médico oftalmólogo. Aquellas que, de pronto, se sienten discapacitadas cuando notan la dificultad para leer el menú de un restaurante o un mensaje en el celular.

La presbicia se exacerbó con la pandemia. “Se notó más debido a que la visión cercana aumentó por el uso de las computadoras celulares pantallas. Como todo se manejó por ese medio entonces la visión de cerca se utilizó mucho más de lo que se utilizaba antes. Eso provocó más cansancio en el músculos ciliar, que es el que produce la acomodación para la visión cercana y como todo musculo se que se agota y que se cansa, disminuyeron sus capacidades para enfocar imágenes cercanas. Entonces las personas que estaban cerca de los 40, aumentaron sus necesidades de anteojos para la visión cercana”, explicó a Infobae Germán Bianchi, médico oftalmólogo.

¿Cómo se identifica el inicio de la presbicia?

“Se puede notar que, poco a poco, hay que alejar las cosas para poder leerlas. O, también, que se necesita apartar el celular para chequear un mensaje. Se frunce el ceño, se fuerza la mirada al no poder ver de primera vez lo que antes era habitual. Has que concentrarse para ver de cerca algo que antes no ocurría. Suele suceder que en el supermercado hay que mover un producto para ver la información nutricional de un alimento, como buscando que le dé mejor luz o, finalmente, se busca ayuda en algún acompañante. Hay muchos más ejemplos de cómo la presbicia se comienza a manifestar”, explica Bianchi quien es jefe de trasplante de córnea en Clínica. Nano.

 

“Los ojos tienen dos lentes de aumento, una externa -córnea- y una interna -cristalino-. Con el paso de los años, el cristalino va perdiendo la capacidad de cambiar su forma y también para enfocar un objeto cercano (Getty Images)

 

Para cada persona la presbicia puede presentarte con diferente grado de drama o preocupación, cuando notan que no puede ver de cerca. Y, mientras no haya una consulta con el especialista, está el miedo de padecer alguna enfermedad que haga perder la vista. Sin embargo, la mayoría de las veces, solo se trata de presbicia.

El año pasado la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó a una empresa biofarmacéutica estadounidense, una solución oftálmica de ácido clorhídrico de pilocarpina al 1,25% para el tratamiento de la presbicia. Se trató del primer y único colirio aprobado por la FDA para tratar esta afección, que se estima afecta a unos 128 millones de estadounidenses.

La aprobación de la FDA tiene lugar tras dos estudios clínicos de fase III, GEMINI y GEMINI 2, diseñados para evaluar la seguridad, tolerabilidad y eficacia en el tratamiento de la presbicia. Ambos estudios cumplieron el criterio de valoración principal de mejorar la visión de cerca en condiciones de poca luz sin pérdida de la visión de lejos el día 30. La mejora se observó a partir de los 15 minutos y duró 6 horas.

¿Qué es la presbicia?

“Los ojos tienen dos lentes de aumento, una externa -córnea- y una interna -cristalino-. Con el paso de los años, el cristalino va perdiendo la capacidad de cambiar su forma y también para enfocar un objeto cercano. Inicialmente, esta merma para enfocar se compensa de manera espontánea estirando los brazos para alejar objeto deseado”, sigue Bianchi

 

Tener presbicia no significa que se está perdiendo la vista o quedar ciego, sino que es un desgaste de la visión asociada con la edad, como si tratara de canas o arrugas (Getty Images)

 

Por lo tanto, es un desgaste en el sistema de enfoque ocular, que hace que los ojos disminuyan la acomodación visual, enfocan bien objetos lejanos, pero se pierde la posibilidad de ver de cerca con nitidez.

“Finalmente, llega el momento en que lo que antes se observaba nítidamente al instante, ahora hay un tiempo de latencia cada vez mayor hasta lograr el foco, hasta que ya no hay forma de ver con nitidez objetos cercanos. Asimismo, también sucede que la visión cercana se hace muy dependiente de la iluminación y del cansancio, y suele suceder que, a veces, es posible leer bien durante el fin de semana, descansados y con buena iluminación, algo que en la semana -un viernes a la tarde, por caso- no es posible”, agrega el especialista.

En personas con problemas visuales previos como la miopía, lo que ocurre es la inversa y para leer, cuando antes podían hacerlo con anteojos (o lentes de contacto), luego de los 40 años en adelante, en muchas situaciones, se deben quitar los anteojos para ver de cerca.

 

La presbicia, en mayor o menor grado, afecta prácticamente a todas las personas después de los 40 años (Getty)

 

Tener presbicia no significa que se está perdiendo la vista o quedar ciego, sino que es un desgaste de la visión asociada con la edad, como si tratara de canas o arrugas.

“Comienza a manifestarse a partir de los 40 años, generalmente, se agudiza a los 50 años y sigue progresando hasta los 60 años aproximadamente, cuando el proceso se detiene. Hay que atenderse con un médico oftalmólogo para que fehacientemente verifique y compruebe que se trata de presbicia, pero, además, se aprovecha para realizar el control completo y verificar que los ojos estén bien. Asimismo, el profesional es el que tiene la potestad profesional de realizar una receta de anteojos, que deberán ser realizados por un óptico en un local autorizado (una óptica) y no comprarlos en el quiosco o en la calle”, dice Bianchi.

Su aumento no siempre es igual en ambos ojos porque no son iguales y es el especialista el que verificará el aumento ideal para cada uno. De lo contrario, habrá un ojo que, tal vez, esté viendo de manera incorrecta y que la visión binocular casi no lo note, salvo por muy molestos síntomas asociados como cefaleas o contracturas cervicales.

“Realmente, la presbicia va cambiando ligeramente todos los días, con el envejecimiento, pero eso no significa que haya que cambiar el aumento frecuentemente. Se estima que cada 2 o 3 años es lo más usual”, dice el experto.

“Si no se desea acudir a los anteojos, muchas opciones terapéuticas, desde lentes de contacto multifocales, el tratamiento farmacológico con gotas, la cirugía refractiva con láser y las cirugías con lentes intraoculares que se colocan delante del cristalino o, a veces, con lentes que, directamente, reemplazan el cristalino. Opciones que, además, pueden permitir también la corrección de otros defectos de la visión si estuvieran presentes, como, por ejemplo, el astigmatismo y la miopía, o también para casos en donde hay una alteración estructural del cristalino llamada catarata”, finaliza Bianchi.

 

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