Otro día, otro error. El presidente Biden en un discurso el sábado se refirió a su esposa, la primera dama Jill Biden, como vicepresidenta de la administración Obama, cargo que ocupó durante ocho años.
Por New York Post
El presidente, de 79 años, elogió a la primera dama por su compromiso con las familias militares y cómo supervisó el desarrollo del USS Delaware, el submarino de ataque nuclear más nuevo de la Marina de los EE. UU., mientras hablaba en su ceremonia de puesta en servicio en Wilmington, Del., el sábado.
“La hija de un guardavías de la Marina durante la Segunda Guerra Mundial, la madre de un miembro de la Guardia Nacional de Delaware, la abuela de niños que experimentaron que su padre fuera desplegado fuera de casa durante un año”, dijo Biden en su discurso. “Ella siempre tiene a nuestros militares y sus familias en su corazón. Y eso no es una hipérbole; eso es real”.
Luego vino la metedura de pata.
“Estoy profundamente orgullosa del trabajo que está haciendo como primera dama con la iniciativa Joining Forces que comenzó con Michelle Obama cuando era vicepresidenta y ahora continúa”, dijo el presidente por error, otro en una serie de errores que cometió la Casa Blanca. Tuve que corregir o caminar hacia atrás recientemente.
Más tarde el sábado, la Casa Blanca corrigió el error del presidente.
“Y estoy profundamente orgullosa del trabajo que está haciendo como primera dama con la iniciativa Joining Forces que comenzó con Michelle Obama cuando [yo] era vicepresidenta y ahora continúa”, la transcripción oficial de la Casa Blanca. de los comentarios de la Casa Blanca.
La confusión se encontraba entre una serie de errores en los que Biden se ha metido recientemente, incluidos los comentarios que hizo el presidente en Polonia que parecían aprobar la idea de un cambio de régimen para derrocar al presidente Vladimir Putin debido a la invasión a Ucrania.
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“Por el amor de Dios, este hombre no puede permanecer en el poder”, dijo Biden en Polonia el mes pasado cuando finalizaba un viaje de tres días a Europa para reunir aliados para permanecer unidos contra la operación militar rusa.
Menos de una hora después de los comentarios de Biden, la Casa Blanca estaba limpiando los comentarios.
“El punto del presidente fue que no se puede permitir que Putin ejerza el poder sobre sus vecinos o la región”, dijo un funcionario de la administración mientras la caravana de Biden se dirigía al aeropuerto de Varsovia en ruta de regreso a Washington. “No estaba discutiendo el poder de Putin en Rusia, o el cambio de régimen”.
Al día siguiente, el secretario de Estado, Antony Blinken , estaba reparando los daños por completo.
“Creo que el presidente, la Casa Blanca, señaló anoche que, simplemente, el presidente Putin no puede estar facultado para hacer la guerra o participar en una agresión contra Ucrania o cualquier otra persona”, dijo Blinken durante una visita a Jerusalén el domingo pasado. insistiendo en que EEUU no tiene una estrategia de cambio de régimen en Rusia.
Biden luego salió al día siguiente para decir que “no se disculparía” por sus comentarios sobre Putin, refiriéndose a una hoja de trucos impresa durante un evento en la Casa Blanca.
“Es más una aspiración que otra cosa. No debería estar en el poder. No hay, quiero decir, personas como esta no deberían gobernar países, pero lo hacen. El hecho es que lo hacen, pero eso no significa que no pueda expresar mi indignación al respecto”, dijo el presidente, señalando que estaba dirigiendo sus comentarios al pueblo ruso cuando hizo los comentarios en Polonia.
Los errores han llevado a algunos legisladores republicanos a sugerir que Biden no está a la altura de los rigores de la presidencia.
El representante Ronny Jackson (R-Texas), quien se desempeñó como médico de la Casa Blanca durante la administración Trump, pidió al presidente que renuncie el sábado.
“Biden no está dirigiendo el país. Está perdido y confundido. Está TOTALMENTE fuera de onda, y cuando abre la boca, su personal lo ‘correge’ constantemente. Necesita RENUNCIAR”, publicó Jackson en Twitter.
“¡Merecemos un presidente cognitivamente capaz!”, continuó.
Jackson estaba entre una multitud de legisladores republicanos que enviaron una carta a la Casa Blanca en febrero pidiéndole al presidente que se sometiera a una prueba cognitiva.
“El pueblo estadounidense debe tener absoluta confianza en su presidente. Merecen saber que puede ejercer las funciones de Jefe de Estado y Comandante en Jefe. Merecen total transparencia sobre las capacidades mentales de su máximo líder electo”, escribieron los republicanos.
“Para lograrlo, le instamos a que se someta a una prueba cognitiva de inmediato. Le imploramos que luego publique los resultados de las pruebas, para que el pueblo estadounidense conozca la salud mental e intelectual completa de su presidente, y siga el ejemplo que se le presenta”, decía la carta.