¡Coge dato! Desmontamos los cinco grandes mitos sobre el sexo

¡Coge dato! Desmontamos los cinco grandes mitos sobre el sexo

Womanizer Toys / Unsplash

 

 

 

Que la virginidad acaba con la rotura del himen o que no se debe tener sexo durante la menstruación son algunos de los mitos más extendidos en torno a las relaciones sexuales. Pero, ¿qué tienen de cierto?

Por ABC

El himen

Actualmente, el término ‘himen’ persiste y da lugar a la imagen mental de una piel que cierra el canal vaginal como un film transparente. Sin embargo, Ana Lombardía, terapeuta sexual de We-Vibe, explica que se trata más bien de una fantasía: «Algunas personas tienen himen, que es un anillo de membrana mucosa que rodea la entrada de la vagina, pero no la cierra. El llamado himen es estirable y, en la mayoría de las personas que lo tienen, no cambia, ni siquiera cuando se produce el parto vaginal».

Por lo tanto, si una mujer sangra durante las relaciones sexuales, no es porque el himen esté roto, sino con toda probabilidad porque no hay suficiente humedad.

La experta asegura que no existe un himen en este sentido y que la falta del mismo no prueba que haya habido relaciones sexuales con penetración.

Penetración

Los hombres pueden conseguir llegar al orgasmo con la penetración y la sensación puede ser muy excitante también para las mujeres, pero estas no tienen por qué conseguir llegar al clímax. De hecho, en una encuesta realizada por We-Vibe, el 48,5% de las personas con clítoris encuestadas afirmaron que siempre o casi siempre necesitan estimulación adicional de esta zona durante las relaciones sexuales con su pareja para experimentar un orgasmo.

Sin embargo, no hay que preocuparse por esto, ya que el sexo es muy variado y puede ser mucho más que la penetración, bien con caricias, estimulación oral o ‘bondage’. «El sexo es sexo, no importa si los amantes se tocan, se miran o tienen penetración. Todo aquello que sea placentero, positivo, deseado y consensuado es una forma de sexualidad», expone Lombardía.

Para mayor variedad, también se puede prestar atención a otras zonas erógenas: la cara interna de los muslos, las nalgas, los pies o incluso el interior de los brazos también son muy sensibles para muchas personas.

El sexo en solitario perjudica las relaciones en pareja

Aunque se concibe como algo socialmente aceptado para los solteros, mucha gente cree que la masturbación en solitario en una relación es un indicador negativo. Lombardía lo ve de otra manera: «Es perfectamente normal y bueno si sabes lo que quieres y lo que no quieres. El sexo en solitario ayuda al autodescubrimiento y es diferente con la pareja. Así que no significa que la masturbación sustituya o compita con los momentos íntimos en pareja».

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