Diputado Luis Barragán: Universidad que no se defienda a sí misma, universidad que desaparece

Diputado Luis Barragán | Foto archivo

 

La legítima Asamblea Nacional consideró y aprobó recientemente, la propuesta de la Fracción Parlamentaria 16 de Julio, formulada a través del diputado Luis Barragán, en relación a la universidad venezolana, declarándola en emergencia al sufrir las consecuencias de la violación sistemática de su autonomía. Al respecto, indicó el vocero de la bancada que “ningún miembro de la comunidad universitaria puede resignarse a la desaparición misma de la noción de universidad que pronto cumplirá 300 años de creada en Venezuela, la que acunó en sus aulas y aportó el ideario republicano libertade independencia”.

“Entiéndase – dijo – que la IV Convención Colectiva Única, evidentemente inconstitucional, consagra a la universidad comunal, implementada a pesar de lo que diga la Ley de Universidades que, por cierto, el régimen tarda en reformar porque sabe que ni siquiera lo necesita para desconocer, como ha ocurrido, la autonomía universitaria y la libertad de cátedra”.





Indicó que las universidades privadas no se salvan de la situación: “Con mayor facilidad, le van apretando las tuercas a las universidades privadas y, por ello, la renuncia al rectorado de la Unimet de Benjamin Scharifker, por ejemplo. Además, a los prohombres del régimen les atrae las posibilidades que el sector privado de la educación superior les pueda reportar para ese modelo de negocios que le ha resultado beneficioso en otras áreas, aunque una inmediata expropiación de las entidades universitarias significaría matar la gallina de los huevos de oro”.

Barragán agradeció el aporte del profesorado de la Universidad Simón Bolívar al documento recientemente aprobado por el legítimo parlamento, expresando que la “Asociación de Profesores de la USB, presidida por el William Anseume, ha sido ejemplo de constancia y de combatividad en defensa de la casa de estudios y, nuevamente, aporta al esfuerzo asambleario con hechos muy concretos”. Acotó finalmente que “universidad que no se defienda o aprenda a defenderse, perecerá, y el profesor, no puede esperar resignado mendigando el aumento de un par de dólares de salario, ni el estudiante desesperar por egresar y apostillar el título entregando su dignidad y tampoco la autoridad callar creyéndolo una inspirada habilidad”.

Nota de prensa