Borrell advirtió sobre las consecuencias de un despliegue de mercenarios rusos

Borrell advirtió sobre las consecuencias de un despliegue de mercenarios rusos

Photo: Centro de Comunicación Nacional.

 

El alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, ha advertido al Gobierno de Transición de Mali sobre las consecuencias del despliegue de mercenarios rusos de la compañía paramilitar Wagner en el país, informó este viernes el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE).

“Una eventual intervención de la sociedad paramilitar Wagner en Mali, cuyos abusos en otros países están comprobados, tendría consecuencias inmediatas en la cooperación entre la UE y el Gobierno de Transición”, señaló Borrell.





Así lo expresó el político español al ministro de Exteriores del Gobierno de Transición de Mali, Abdoulay Diop, durante un encuentro que mantuvieron este jueves en Nueva York, donde asistieron a la Asamblea General de la ONU, y del que informó hoy el Servicio Europeo de Acción Exterior.

El Gobierno de Transición de Mali lleva a cabo controvertidas negociaciones con la empresa de seguridad rusa Wagner para que mercenarios entrenen al Ejército del país africano, mientras Francia prosigue la reducción gradual de tropas desplegadas allí para combatir el terrorismo.

Borrell indicó que la UE es “un socio importante” de Mali y que apoya a sus socios del Sahel, pero recalcó que debe también “usar el lenguaje de la verdad cuando la situación lo requiera”.

En la reunión con Diop, Borrell también expresó la preocupación de la UE por “la degradación continua del contexto político, social, humanitario y de seguridad” de Mali.

El alto representante garantizó el apoyo de la UE a la Comunidad Económica de África Occidental (CEDEAO) y, especialmente, a su comunicado del pasado 16 de septiembre en el que insistía sobre el respeto a los 18 meses de transición y a la organización de elecciones en febrero de 2022.

“Una modificación no haría más que agravar la crisis de confianza entre las instituciones y la población”, subrayó Borrell, quien defendió la necesidad de “avanzar en ciertas reformas clave”.

La inestabilidad que azota Mali comenzó con el golpe de Estado de 2012, cuando grupos tuareg rebeldes, junto a organizaciones yihadistas, se hicieron con el control del norte del país durante diez meses.

Actualmente, el país está sumido en una situación de gran inestabilidad, bajo la presión yihadista y con dos golpes de Estado en menos de un año, tras los que se abrió un proceso de transición que no ha culminado todavía en espera de la celebración de unas elecciones generales aún sin fecha.

EFE.