Vozpópuli: Alex Saab, el “testaferro de Maduro” que hace de oro a Baltasar Garzón

Vozpópuli: Alex Saab, el “testaferro de Maduro” que hace de oro a Baltasar Garzón

El 12 de junio de 2020 Alex Saab aterrizó en Cabo Verde a bordo de su avión privado preferido, un Bombardier Global Express 500, una aeronave con un coste de entre 50 y 60 millones de dólares.

Por Alberto Ortín / vozpopuli.com





El avión debía hacer escala en el pequeño país africano para abastecerse de combustible antes de continuar viaje hacia Teherán. Pero en la pista de aterrizaje del aeropuerto Amílcar Cabral, los inspectores Domingo de Pina y Mauricio Monteiro notificaron a Saab, considerado testaferro de Nicolás Maduro, la orden de detención que pesaba sobre él de Interpol.

Saab, prófugo de la Justicia estadounidense desde julio de 2019, quedó retenido en Cabo Verde, país dispuesto a atender la solicitud de extradición que pesaba sobre él de una Corte de Miami. Terminaba así el periplo de este colombiano que se infiltró en las redes del poder chavista amasando una increíble fortuna.

Una millonaria maquinaria diplomática, de abogados y consultores de comunicación al servicio de Alex Saab se puso entonces en marcha. Contratar al exjuez Baltasar Garzón para tratar de paralizar la extradición a Estados Unidos fue una de las primeras medidas adoptadas.

El empresario colombiano (Barranquilla, 1971), acostumbrado en la última década a una vida de lujo entre Colombia, Caracas, Moscú y París, fue trasladado a la prisión de Ribeirinha. Los pilotos del Bombardier, Francisco J.Velásquez y Alan Scott Ardenko, fueron después detenidos en Venezuela e interrogados, sospechosos de haber entregado la ubicación de Saab a los estadounidenses.

No era la primera vez que Saab se encontraba con el agua al cuello. Pero, al igual que en otras ocasiones, confiaba en poder zafarse de nuevo de la ‘persecución yanqui’.

La dictadura venezolana haría todo lo posible porque así fuera: el silencio de Saab no tiene precio, nadie como él para contar con todo detalle las presuntas vinculaciones del Gobierno de Maduro con el narcotráfico; o con el mundo de la santería al que acuden los chavistas para consultar decisiones de Estado; o sobre la trama de alimentos, o la de construcción de viviendas prefabricadas, investigadas por Estados Unidos.

En la operación para ‘salvar’ a Alex Saab, Garzón era clave. El colombiano se convirtió así, el pasado año, en el cliente de oro de Ilocad, el despacho del exjuez español. Saab pasó a formar parte de la lista de defendidos por el bufete de Garzón que son grandes enemigos de Estados Unidos.

Como Julian Assange, el responsable de wikileaks. O el exdirector de los servicios de inteligencia de Venezuela, Hugo Carvajal, quien, como desveló el diario ABC, habría pagado 1,85 millones a Ilocad por trabajos en su defensa.

Este último prófugo, más conocido como ‘El Pollo’ Carvajalfue arrestado el jueves en Madrid; sobre él pesaba una orden de extradición acordada por la Audiencia Nacional a finales de 2019 a Estados Unidos, país que le acusa de formar parte del cártel de los Soles, dedicado al transporte de cargamentos de droga.

¿Qué pensará la Administración Biden del hecho de que el abogado de los enemigos de su país sea pareja de la Fiscal General del Estado en España, Dolores Delgado?

Ingresos millonarios

El despacho de Garzón, fundado en 2012, ingresó en 2020 más dinero que en cualquier otro ejercicio, 7,6 millones de euros, como ha publicado recientemente Vozpópuli.

De las cuentas de Ilocad del pasado año consultadas por este diario se desprende que Garzón percibió 3,8 millones de euros. Ni el bufete español, ni el equipo de comunicación de Saab, con quienes se ha puesto en contacto este periódico, han querido informar de la minuta cobrada por Garzón por este servicio.

“No me extrañaría que fueran varios millones de euros”, comenta Gerardo Reyes, director del equipo de investigación de la cadena Univisión en Estados Unidos. Reyes es autor del libro ‘Alex Saab. La verdad sobre el empresario que se hizo multimillonario a la sombra de Nicolás Maduro’, editado por Planeta, del que se han extraído muchos de los datos sobre la vida y encarcelamiento del colombiano incluidos en este artículo.

“Alex Saab. La verdad”, el libro de Gerardo Reyes que revela detalles desconocidos del empresario colombiano

 

Baltasar Garzón y su despacho Ilocad son una de las numerosas piezas que conforman la defensa millonaria de Saab. Según las indagaciones de Gerardo Reyes, en realidad Ilocad responde a la estrategia de otro bufete internacional contratado por el empresario colombiano, que se encuentra en Londres.

El equipo de comunicación de Saab ha indicado a este diario que además de Ilocad, ha trabajado en la defensa del colombiano el abogado Rutsel Martha, nacido en Curazao y de nacionalidad holandesa, antiguo asesor de Interpol y especializado en casos internacionales y de extradiciones. Y también el despacho de Cabo Verde Falana & Falana.

Gerardo Reyes señala en su libro que las relaciones públicas de Saab son manejadas por la consultora estadounidense Jo Marshall & Miranda Alcántara.

La ONU, Garzón y Saab

En la defensa de Alex Saab, el papel de Garzón ha sido esencial para llamar la atención de organismos internacionales de Derechos Humanos.

“Creo que el gran valor que tiene Garzón como abogado son sus contactos con este tipo de organismos, muy asentados tras el caso Pinochet; el apoyo que logra para sus clientes de los mismos sirve de escaparate internacional, eso es realmente el servicio exclusivo que ofrece Ilocad”, considera un antiguo diputado del PSOE consultado por este diario.

El exjuez español logró que el pasado mes de junio el Comité de Derechos Humanos de la ONU instara a Cabo Verde a paralizar la extradición de Saab a Estados Unidos. Se trata del mismo comité que recientemente ha resuelto que Garzón fue expulsado de la Audiencia Nacional, por las escuchas en el caso Gurtel, en un proceso “arbitrario”.

Pero al igual que ha ocurrido en España, donde el Tribunal Supremo ha aclarado que las decisiones del comité de la ONU no son vinculantes, tampoco la Justicia de Cabo Verde se ha dejado presionar por el dictamen del organismo.

Los abogados también lograron, el pasado año, que la Comunidad Económica de Estados de África Occidental dictaminara como ilegal la detención de Alex Saab, al que se refieren como “diplomático venezolano”.

La red corrupta de Alex Saab

Las acusaciones de Estados Unidos contra Alex Saab son contundentes. El 25 de julio de 2019 la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Office of Foreign Assets Control, OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, informó que Saab era “un especulador que tejió una vasta red de corrupción que ha permitido al presidente Nicolás Maduro y a su régimen obtener lucros significativos mediante importaciones de alimentos y su distribución en Venezuela”.

“Alex Saab colaboró con allegados del círculo interno de Maduro para gestionar una red de
corrupción de gran escala que utilizaron sin piedad para explotar a la población hambrienta en
Venezuela
“, afirmó el secretario del Tesoro, Steven Munchin. “La red de corrupción que opera el programa CLAP ha permitido que Maduro y sus familiares roben al pueblo venezolano”, añadió.

Estados Unidos afirma que, desde principios de 2009, Saab “explotó sus nexos corruptos con allegados del círculo interno del régimen de Maduro“, pagando “sobornos y comisiones ilícitas” a funcionarios para lograr adjudicaciones de contratos gubernamentales “por un valor muy superior al real”.

Con esa actividad, asegura el Departamento del Tesoro, Saab y su socio Álvaro Pulido habrían logrado “cientos de millones de dólares“.

Han pasado más de dos años desde que Estados Unidos acusara formalmente a Alex Saab. “La actitud de Estados Unidos en estos casos siempre es la misma, la de persistir y presionar legalmente y políticamente”, comenta el periodista Gerardo Reyes. “Al final siempre consiguen traerse al extraditado“, dice.

Maquinaria en Cabo Verde

La maquinaria para sacar los huesos de Saab de la cárcel de Cabo Verde no se han limitado a la defensa legal.

La cantidad de dinero invertido en abogados, y en otras estrategias de defensa y comunicación, dan idea de la importancia que la dictadura venezolana otorga a la posibilidad de que Alex Saab acabe intercambiando años de cárcel que le esperan en Estados Unidos por información.

La agencia de comunicación de Alex Saab señaló a este diario que la “opinión pública en Cabo Verde está apoyando a Alex Saab“.

Una pinta en una pared en Caracas, el 5 de febrero de 2021, pide la libertad del empresario Alex Saab.Credit…Miguel Gutierrez/EPA vía Shutterstock

 

¿Cómo es posible que el caso del empresario venezolano haya calado en la opinión pública del pequeño país africano? “Hay una oleada de apoyo y muchos se preguntan por qué Cabo Verde se está involucrado en la detención de un diplomático y un asunto que se centra en una disputa claramente política entre la República Bolivariana de Venezuela y los Estados Unidos”, asegura la agencia.

También han aparecido en las calles de Caracas, en Venezuela, grafitis y pancartas a favor de Saab, con leyendas del tipo ‘Libertad para el diplomático Alex Saab. Secuestrado por el Gobierno de Cabo Verde’.

La agencia contratada por el empresario colombiano también aseguró a este diario que su cliente padece cáncer de estómago, una de las razones que se han esgrimido para tratar de paralizar su extradición. Cuando Vozpópuli requirió informes médicos que demostraran la enfermedad, el gabinete de comunicación “lamentó” decir que los “informes médicos no podemos facilitárselos por ser parte de la historia clínica confidencial del Sr. Saab”.

Esta semana, la Justicia de Cabo Verde ha aprobado finalmente la extradición de Saab. Su equipo legal, diplomático y de comunicación ha conseguido demorar la decisión más de un año. Pero ahora al colombiano le aguarda la Justicia de Estados Unidos.

Dos de sus abogados, Rutsel Martha y Pinto Monteiro, enviaron el jueves comunicados con declaraciones en las que criticaban con dureza la decisión de la Justicia de Cabo Verde. Baltasar Garzón, de momento, no se ha pronunciado.