“En solo 10 minutos lo perdimos todo”: Los fuertes relatos de la tragedia en el Valle del Mocotíes de Mérida

“En solo 10 minutos lo perdimos todo”: Los fuertes relatos de la tragedia en el Valle del Mocotíes de Mérida

Zozobra y consternación en el Valle del Mocotíes, imagen cortesía.

 

El río Mocotíes otra vez despertó. Sus aguas crecieron y causaron mucho daño. Han transcurrido exactamente ocho días y medio de la tragedia que impactó a la población del Valle del Mocotíes, en el estado Mérida, y su gente sigue tratando de comprender la situación de la cual son testigos.

Por La Nación 





Caminar entre piedras, lodo, escombros de viviendas y pertenencias de quienes ahí habitaban hasta esa terrorífica noche del 23 de agosto, hace que se enfríe el cuerpo. Basta solo imaginar la angustia de quienes vivieron ese dantesco episodio, de tener que salir de sus casas para resguardar lo más preciado, la vida. Pero, también, es muy triste pensar en quienes lamentablemente no lo lograron y quedaron tapiados en sus propias casas.

El dolor se refleja en los rostros de los sobrevivientes. Pacientemente recogen los restos de lo que fuera su hogar. Limpian y sacan el lodo que arrasó con todo a su paso. Todo es verdaderamente impresionante.

Con unos 38.469 habitantes, Tovar está ubicado al oeste del estado Mérida. Ahí, por segunda vez, después del 2005, se produjeron deslaves en la cordillera localizada en las márgenes de los desbordados ríos Mocotíes y Chama. Varios centros poblados de Mérida aún se encuentran sin electricidad. Se reportan fallas en los servicios de telefonía y de agua potable, ocasionadas por los aludes de piedras y lodo. Mucho se pudo constatar en un recorrido hecho por el equipo de Diario La Nación en el lugar de los acontecimientos.

Es un peregrinaje constante de funcionarios de Protección Civil, bomberos, representantes de Unicef, la OPS, policías, Guardia Nacional y colaboradores, cada uno haciendo su parte. Mientras los dueños de las viviendas que aún se mantienen en pie hacen el rescate de sus pertenencias.

Se vino de Colombia para emprender y lo perdió todo

A eso del mediodía, bajo un inclemente sol, Franklin Guerrero se encontraba asando unos plátanos en un fogón improvisado. Es el espacio de lo que fuera el patio de la casa de su madre y, a su vez, sobre su casa. La vivienda quedó sumergida entre el lodo. No quiso declarar, pero llamó a su hermana, Johana Monsalve, quien amablemente contó su experiencia.

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