La ciudad de Cali se convirtió en el gran epicentro de las protestas en Colombia que arrancaron el 28 de abril.
Por BBC News Mundo
Las movilizaciones fueron convocadas por un proyecto de reforma tributaria impulsado por el gobierno de Iván Duque.
Pese a que el presidente retrocedió y pidió el retiro de la propuesta, las protestas continuaron, siendo la ciudad de Cali el principal epicentro de las mismas.
La veintena de fallecidos y los más de 800 heridos que se han registrado en las protestas han hecho que hasta la ONU cuestione el accionar de las fuerzas de seguridad colombianas, sobretodo de la policía.
El argumento del gobierno para mantener a los uniformados en las calles es que los manifestantes realizan “actos vandálicos”.
El ministro de Defensa, Diego Molano, llegó a afirmar que detrás de las protestas hay intenciones “terroristas” promovidas por la exguerrilla FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
El Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) es una de las unidades policiales desplegada en Cali.
En los últimos años fue cuestionada por uso desmedido de fuerza y la violencia con la que actúan sus efectivos.
La conducta de la policía provocó protestas también en Bogotá este martes.
Cientos de personas marcharon para manifestarse contra las fuerzas de orden y la desigualdad que existe en el país.
Para muchos colombianos, el despliegue de soldados contra una población civil “fue recibido negativamente, como una militarización” de la vigilancia del orden público y como una forma de “represión”, dijo Eduardo Bechara, profesor de políticas públicas de la Universidad Externado de Colombia, a la agencia de noticias AFP.