Esta es la relación entre la formación de coágulos y ciertas vacunas contra el coronavirus

Esta es la relación entre la formación de coágulos y ciertas vacunas contra el coronavirus

La vacuna Jonhnson & Johnson COVID-19 se suspendió temporalmente debido a preocupaciones sobre las complicaciones. Imágenes de SOPA / LightRocket a través de Gett

REUTERS / Leonardo Fernández Viloria

 

Los coágulos de sangre son un efecto secundario extraño que un puñado de personas han presentado tras recibir las vacunas de AstraZeneca, en Europa, y la de Johnson & Johnson, en Estados Unidos.

Por Elmer Huerta/CNN en Español

¿Qué hay en común entre estas vacunas? Y, ¿por qué hay personas que generan coágulos?

¿Qué son los coágulos?

En primer lugar, recordemos que el sistema de coagulación de la sangre es vital para la existencia del ser humano. Es responsable de la hemostasis, proceso mediante el cual se evita que -ante un trauma que causa ruptura de un vaso sanguíneo- la persona tenga una hemorragia letal.

La coagulación, en palabras sencillas, es el proceso por el cual la sangre cambia su estado físico. Pasa de un elemento líquido a un gel o gelatinoso, el cual se llama coágulo.

Simplificando el complicado proceso de la coagulación, podemos decir que -al ocurrir una herida- la formación de un coágulo implica la formación de dos elementos fundamentales:

Un tapón de células llamadas plaquetas que actúa a manera de un corcho y un parche de proteínas llamado fibrina, el que sella la herida para impedir el sangrado.

Los trastornos de la coagulación implican entonces -dependiendo de la causa y el mecanismo- dos procesos opuestos: o hemorragias o formación de coágulos.

Los trastornos de coagulación en humanos

En otras palabras, algunos trastornos de la coagulación -el uso de un exceso de medicamentos anticoagulantes, por ejemplo- pueden ocasionar hemorragias. Mientras que otros -como el estar inmovilizado por largo tiempo- hacen que la sangre se coagule dentro de los vasos sanguíneos.

Esto forma lo que médicamente se llama un trombo o coágulo, el que, al desprenderse, hace que algunos trozos de esos coágulos -llamados émbolos- viajen por la sangre, alojándose en órganos vitales.

Es por eso que a las enfermedades que forman coágulos en la sangre, se les denomina enfermedades tromboembólicas, las que pueden causar derrames cerebrales o infartos cardiacos.

Ahora sí podemos entender las noticias de los últimos días, que relacionan la formación de coágulos, con la administración de las vacunas de AstraZeneca y de Johnson & Johnson.

Las vacunas y los coágulos de sangre

Mientras que la vacuna de AstraZeneca ha sido relacionada con la formación de coágulos desde febrero en Europa, el mundo se sorprendió el 13 de abril, cuando la Administración de Medicinas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) recomendó suspender su programa de vacunación con la vacuna de Johnson & Johnson por haberse presentado algunos casos de coágulos en personas inmunizadas con esa vacuna.

Inmediatamente después, se supo que Johnson & Johnson pospuso también el lanzamiento de su vacuna en Europa.

Veamos primero el caso de Johnson & Johnson.

Los casos de Johnson & Johnson y AstraZeneca

Lo que se informó es que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos le solicitaron a la FDA que suspenda temporalmente el uso de esa vacuna porque se identificaron seis casos de enfermedad tromboembólica o de formación de coágulos entre 6,8 millones de personas inmunizadas con esta vacuna, casos que se supo, ocurrieron 6 a 13 días después de la vacunación y en mujeres entre 18 y 48 años.

La medida preventiva obligó a que la Comisión de Prácticas de Inmunización de los CDC analizara el caso y decidiera el camino a seguir.

Mientras tanto si una persona ya recibió la vacuna de J&J hace mas de tres semanas, no debe preocuparse por la formación de coágulos. Y las personas que recibieron su vacuna de J&J hace menos de tres meses, deben vigilar síntomas como:

Dolores de cabeza,
Dolores de vientre extraños,
Hinchazón de las piernas,
Falta de respiración,
Y deben acudir obviamente a una emergencia o con su médico, diciendo que recibieron recientemente la vacuna de J&J.

En el caso de la vacuna de AstraZeneca, desde hace varias semanas empezaron a identificarse casos de enfermedad tromboembólica en personas vacunadas, lo que hizo que algunos países empezaran a suspender el uso de dicha vacuna.

Dos recientes artículos, publicados el 9 de abril en The New England Journal of Medicine por investigadores noruegos y alemanes, identifican la causa del problema y relacionan directamente el uso de la vacuna con el desarrollo de coágulos.

¿Por qué ocurre esta extraña reacción?

Lo que sucede, dicen los investigadores, es que la formación de coágulos en las personas vacunadas es causada porque la vacuna estimula la producción de anticuerpos dirigidos contra una sustancia sanguínea llamada factor plaquetario 4, lo que hace que las plaquetas se aglutinen favoreciendo la formación de coágulos.

El problema es que al aglutinarse las plaquetas, estas pueden disminuir en tal número, que la persona puede presentar, además de coágulos, complicaciones de sangrado.

La complicación ha sido bautizada por los investigadores alemanes como trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por vacuna. Trombocitopenia significa disminución de plaquetas, y trombótica significa que forma coágulos.

Los investigadores alemanes describen en detalle 11 de 28 casos estudiados en personas entre 22 y 49 años -de los cuales seis fallecieron- y se presentaron entre 5 y 16 días después de la inmunización con la vacuna de AstraZeneca.

En el reporte noruego, se analizan cinco casos, ocurridos 7 a 10 días después de la vacunación en personas entre 32 y 54 años, no habiéndose presentado ningún caso después del 20 de marzo, fecha en que el gobierno noruego suspendió la vacunación con AstraZeneca.

¿Qué dicen las autoridades?

La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) informó la semana pasada que al 4 de abril se registraba en su base de datos 169 casos de trombosis y 53 casos de sangrado entre 34 millones de personas que recibieron la primera dosis de la vacuna AstraZeneca en Europa y el Reino Unido.

El Reino Unido registró 79 reportes de esos raros eventos trombóticos en personas de 18 a 79 años, de los cuales 19 fueron letales, entre 20,2 millones de dosis de la vacuna, lo que arroja una tasa de eventos de aproximadamente 4 en un millón y una tasa de mortalidad de 1 en un millón.

Sin duda que el próximo paso será determinar si la complicación causada por la vacuna de Johnson & Johnson en Estados Unidos, es causada por el mismo fenómeno que el de la vacuna de AstraZeneca en Europa, con lo cual quedará pendiente saber si el hecho que las dos vacunas usan un vector viral como vehículo para liberar la vacuna tiene algo que ver con el desarrollo de las complicaciones.

Ahora le tocará también a la EMA determinar el delicado balance entre el beneficio de la vacunación y el riesgo de complicaciones. Es probable que el uso de la vacuna se restrinja a ciertos grupos de edades y que no se le administre a personas que tengan historia de enfermedades de las plaquetas o de la coagulación.

Por último, es importante que ustedes estén atentos a noticias basadas en ciencia y evidencia y no se dejen llevar por falsas noticias de grupos antivacunas que aprovechan de momentos como este para circular noticias falsas.

 

 

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