Juan Pablo García: El Foro de Sao Paulo tiene a su general

Con todas las fallas, hubo Fuerzas Armadas en la Venezuela del siglo XX. Y cuando Fidel Castro trató de apoderarse del país en los años ’60, encontró un formidable muro en la institución castrense. El nuestro, es uno de los pocos en el mundo en que un movimiento guerrillero fue derrotado y, encima de todo, sus líderes perdonados y reingresados a la vida democrática. A la vuelta de la esquina, afilaron sus cuchillos apuñalaron a la propia democracia e el siglo XXI. Pero este apuñalamiento tuvo por cómplices y protagonistas a todos y cada uno de los ministros de la Defensa de Chávez, aunque el más destacado – sin dudas – es Padrino López.

De este general en jefe, para más señas, podemos conjeturar que no hubiese pasado de coronel, si acaso, en los tiempos de la normalidad castrense hasta que se encontró con Nicolás. A éste, con varios años en el poder, teledirigido desde La Habana, le cayó bien Vladimir, quien tiene demasiados años en el ministerio y, además, ha estado en todos los guisos más allá de las adquisiciones de armamentos. Si faltaba un detalle, porque venía de formarse en a Academia Militar y alguna resistencia parecía haber ofrecido, lo mandaron a Cuba y el mismo Fidel lo atendió y lo convenció personalmente. Padrino López, el general más importante del Foro de Sao Paulo. Y éste, traicionó el juramento que hizo de la Constitución de 1961 y de la de 1999, violentada por Chávez mil veces. Se metió en los papeles y está bajo las órdenes de otros y verdadero generales: los de Cuba, porque el venezolano nunca estuvo en la guerra de Angola.

Lo que ha pasado en el estado Apure es dramático, espeluznante, indigno. El propio ministro de la usurpación le cae a mentiras a todo el mundo y lo que decidió fue, de un lado, echarle plomo parejo a los guerrilleros descarrilados que no le hicieron caso a los felizmente “caraqueñizados” Santrich y Márquez, sus jefes y aliados, sacrificando a vida de loss oldados venezolanos dizque en nombre de la defensa de la soberanía; y, del otro, a falta de guerrillros reales, apresar y matar a unos campesinos venezolan y prácticamente haciéndolos pasar por guerrilleros.





Al traidor de Padrino le importó un bledo a angustiosa situación de las familias venezolanas que huyeron de los escenarios de violencia y prácticamente las empujó hacia las fronteras, cuales enemigos feroces, hasta que por fortuna fueron atendidos por las autoridades colombianas. Varias veces traidor, pues, este general de hojalata, payaso del Foro de Sao Paulo.