Para la gloria 14 años, 21 para la vergüenza, por @ArmandoMartini

Para la gloria 14 años, 21 para la vergüenza, por @ArmandoMartini

Armando Martini Pietri @ArmandoMartini

¡1810-1824! precisó Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios y Blanco, -quien falleció el 17 diciembre 1830, a los 47 años, pobre, sin compañía y camisa prestada-, para liberar el norte y la costa Pacífica de Suramérica, fundar naciones soberanas, Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela. Ingresó en la gloria e historia universal, por mérito propio, sin una moneda en el bolsillo; para nombrarlo sólo a él, centro y comandante, guía e inspirador, de esa extraordinaria generación que luchó padeciendo destierro, persecución, cárcel y batallas para lograr su propósito libertario.

Delineó complejas estrategias. Encabezó tropas espada en mano, representando el honor militar, coraje, justicia y libertad. Participó en cruentos, feroces y sangrientos enfrentamientos, comandó 472 batallas durante la guerra de Independencia y obtuvo la victoria en 466. Atravesó los Andes desde Cúcuta hasta Mérida, los llanos venezolanos hasta Pantano de Vargas y Boyacá, cruzó a caballo e incluso a nado ríos infestados de caribes y cocodrilos. Derrotó caballerías y batallones entrenados, bien abastecidos y mejor armados. Cúcuta, Pichincha, Araure, Taguanes, Boyacá, Bomboná, Junín, solo para citar algunas de sus principales batallas. Inició en Carabobo -1814- batalla de la Guerra de Independencia de Venezuela, las fuerzas bajo su mando derrotaron a las españolas dirigidas por el Mariscal de campo Juan Manuel de Cajigal y Martínez. Y finalizó en Ayacucho, Perú, el 9 diciembre 1824.

A pesar de sus innúmeros deberes, dictó centenares de cartas, escribió manifiestos de impecable redacción, declaraciones de principios e intenciones, piezas documentales con ideas intensas, concluyentes y profundo contenido; redactó leyes, constituciones, asistió a recepciones en su honor, ejerció gobierno por mandato del poder legislativo, definió fronteras, enamoró, galanteó y cautivó damas maravillosas; sobrevivió atentados, liberó esclavos, dirimió disputas entre sus colaboradores. ¿Hasta dónde habría llegado, si además de pasión y grandeza hubiera tenido buena salud? 





La campaña libertadora logró financiarse con esfuerzo, monedas de cobre, billetes fabricados a mano, caballos y joyas donadas. Solicitó ayuda, no por cómodo y/o cobarde sino por responsable, pidió préstamos a los ciudadanos y casas inglesas privadas. A diferencia de nuestros días, que roban descarados, saquean inmisericordes las finanzas públicas; sin logar identificar de manera adecuada el carácter delictivo del régimen, excusándose en la manía enfermiza y obsoleta de la soberanía. 

El castrismo deshonroso, indecente y degradante superó al Libertador Simón Bolívar, destruyó a Cuba en dos años entre embustes, manipulación, arengas y crueldades de Fidel Castro, sin contar la barbarie asesina del sinvergüenza, bandido y sátrapa del Ché Guevara. No obstante, el chavismo ha requerido veinte años para reducir la Venezuela contrariada, perturbada, decepcionada pero próspera la cual engañó, a la miseria y desesperanza.

Hazaña para analizar. El enorme despliegue de corrupción y torpeza necesaria para desmoronar, damnificar la calidad de vida, destrozar los servicios públicos, hacer pedazos la que era una industria petrolera modelo en el mundo; finalmente transformar a los venezolanos en mujeres y hombres que huyen despavoridos del ultraje y aterrados por el deshonor. 

De ser una economía deformada por la payasada socialista, majadería populista y bobería partidista, sin embargo, confiable y prospera, a una en despojos e incompetente de alimentarse a sí misma. Historia real, contada y observada, que clama justicia, para quienes han visto violados sus derechos.

Han logrado insultar el gentilicio y ofender la venezolanidad. 

El Informe sobre Derechos Humanos en Venezuela es aterrador. Narra pormenores, detalles abrumadores e incluso espeluznantes, el horror de un régimen empecinado en destruir dignidades. Al leerlo, reclama lágrimas, se sufre el descarnado relato. Estremece la crudeza expuesta, sobre desapariciones forzadas, tortura, abuso sexual, ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, tratos crueles, inhumanos, degradantes. El atropello a los derechos es intolerable, no admite impunidad. Y otro papel de trabajo patrocinado por la ONU, Venezuela es descrita como la cuarta peor crisis alimentaria del globo. 

¿Cuánto soportará la ciudadanía esta indignidad, fracaso vergonzoso en pleno desarrollo? Nadie sabe, imposible predecir. El desconsuelo es que llevamos más de veinte años tolerando, aguantando esta ignominia, represión, maraña de delitos, llegando a ser, la única victoria del castro chavismo madurismo, en ser uno de los peores si no el peor país del mundo. Situación alarmante que combinada a la desconfianza ciudadana por la política, se torna peligrosa. El sentimiento de repulsión y desprecio es de furia, irritación, desesperanza

Años de latrocinio, desvergüenza e incapacidad, citando siempre a Simón Bolívar porque muerto no reclama, aunque su propia historia bastaría para avergonzar a quienes hoy se llaman bolivarianos. ¡Un insulto a la historia y memoria del Libertador!

@ArmandoMartini