El último vientre judío, la épica historia de una artista venezolana en Miami

Curadora, filántropa, empresaria, fotógrafa y escritora, pero ante todo, venezolana. Empacó sus talentos y emprendió una larga travesía hasta Miami, la tribuna que le abrió las puertas para forjar su desarrollo profesional durante años. Muy pocas veces tienes la oportunidad de escribir tu propia novela y darla a conocer al mundo. Bastaron veinte años de dedicación para que Andreina Fuentes lo hiciera posible a través de su más reciente publicación: El último vientre judío.

La historia de Nina Dotti, como también se le conoce, está sumergida dentro de otra fábula aún más interesante. Cada capítulo está envuelto entre desafíos, incertidumbres, persecuciones, verdades ocultas, emociones, tenacidad y el deseo indiscutible por alcanzar su libertad. Sin duda, hay mucho por descubrir entre sus páginas.





Por Elizabeth Gutiérrez/ La Patilla

Entre lienzos, colores y texturas floreció una pasión que moldeó el destino de Andreina Mercedes del Carmen Fuentes Angarita. Con formación en el área de Administración de Empresas, pero con vocación de artista. Y es que esta caraqueña no deja nada por fuera cuando de crear se trata. Como muestra de ello, actualmente tiene a su cargo numerosos proyectos en Miami y se consagró como promotora cultural internacional.

La venezolana ideó una nueva propuesta de museo, The Chill Concept, que según cuenta “apoyó el proceso de inmigración y el trabajo de muchos artistas venezolanos en la diáspora de Miami”. A su vez, es directora del proyecto digital The Wynwood Times. Paralelamente, es pionera de Arts Connection Foundation con el que desarrolló la plataforma de defensa del patrimonio cultural I AM VENEZUELA y I AM MONUMENTS. Sin dejar de mencionar que lidera el Miami New Media Festival, que en su 15ª edición está presente en 11 países.

El origen de Nina Dotti

Todo comenzó a raíz de la persecución política que vivió Andreina en Venezuela. Protagonizó una época sombría que la obligó a emigrar. El precio a pagar fue ocultar su identidad  durante muchos años. Con el distintivo de Nina Dotti inició la laboriosa tarea de construir un nuevo curriculum. “Empecé a trabajar como artista bajo el nombre de Nina Dotti. Me inspiré en la muestra de una fotógrafa de la revolución mexicana, Tina Modotti. Tomé las cuatro últimas letras de su apellido, dotti, y reduje mi nombre de Andreina a Nina. Trabajé con muchos seudónimos para hacerme invisible hasta que logré hacerme ciudadana americana. Ahora soy Andreina Fuentes Angarita”, afirma.

“Fue muy difícil dejar todas mis comodidades en Venezuela para establecerme en un campo de trabajo que no conocía. Me tocó aprender para sobrevivir y conocer toda la diáspora latinoamericana presente en Miami, incluyendo a los venezolanos que llegaron año tras año a la ciudad”, comparte.

Su primera novela

Si sumamos su experiencia como artista, encontraremos algunas obras como El Libro de la Satisfacción del App de la menopausia PMS Lounge y la pequeña adaptación de The Chill Concept. No obstante, colaboró con 100 mujeres contra la violencia de género y el libro POP Surrealismo.

Amparada por el éxito que le concedieron sus publicaciones anteriores, decidió escribir su primera novela El último vientre judío. Se inspiró en una revelación que le hizo su abuela días antes de morir. Desde entonces, emprendió una búsqueda formidable durante veinte años para escribir toda la historia.

La autora transporta a los lectores a través de distintas dimensiones en tiempo y espacio en el que se describen algunos misterios sobre su familia. Plantea escenarios que dejan mucho a la imaginación, pues juega a su antojo con la ficción, despertando la curiosidad sobre la trama real de la historia. “El último vientre judío es una historia familiar que abarca cinco generaciones de mujeres de la familia. Contiene el origen de mi apellido sefardí-judío y una cantidad de secretos que están llenos de realismo mágico”, explica.

Embajadora de las artes

Laureada por su ardua labor e iniciativas sociales, en 2015 recibió el premio Armando Reverón como Promotora Cultural Internacional. Por esta razón, cada 16 de febrero se celebra el día de Nina Fuentes en la ciudad de Miami. Además, este año recibió el premio Frida Khalo en Milán, Italia.

Actualmente, trabaja en la producción de nuevas series de fotografía. Así mismo, nos cuenta que empezó a escribir su segunda novela Una Princesa Judía Americana del siglo XXI. Al mismo tiempo, está desarrollando su próximo proyecto titulado Identity con la comunidad transgénero de Venezuela, España, Colombia, América, Perú, entre otros países.

Andreina Fuentes es una venezolana virtuosa, no solo como artista, sino como ser humano. En tiempos desafiantes, su mejor alternativa fue salir adelante. Orgullosa de sus raíces alude con convicción el compromiso por su país. “Me gustaría que a través de mi labor como artista, y con mi experiencia en el sector cultural con diferentes comunidades, trabajar como asesor para la reconstrucción de Venezuela cuando llegue el momento.  Soy muy optimista y creo que será pronto”, asegura.