Los rasgos básicos de las personas emocionalmente inteligentes

 

Su conocimiento, su inteligencia y su visión es lo que hacen que una persona sea buena en su trabajo. Pero lo que distingue a los líderes más exitosos es su inteligencia emocional – la habilidad para identificar y monitorear emociones, las propias y las de otros. La experiencia indica que mientras más inteligencia emocional tiene una persona, mejor es su desempeño. El autor que popularizó el concepto de Inteligencia Emocional fue Daniel Goleman y conviene mencionar que han aparecido cuestionamientos de parte de algunos académicos alegando que la teoría no está suficientemente soportada por pruebas estadísticas. Sin embargo, ella sigue siendo vigente.





Ahora bien, el dominar o convertirse en experto en Inteligencia Emocional no ocurre en forma natural. Para Goleman, Inteligencia Emocional está compuesta de cuatro ámbitos y anidados dentro de estos hay 12 competencias base o esenciales.

Auto-conciencia

Es la capacidad de sintonizarse con las emociones propias de la persona. Permite conocer lo que se siente y el porqué, así como los sentimientos que ayudan o perjudican lo que se está tratando de hacer. La competencia esencial asociada con esta es:
Auto-conciencia emocional – La persona conoce sus fortalezas y limitaciones y tiene la claridad de sus valores y del sentido de propósito.

Cualquier momento es propicio para practicar el desarrollo de este rasgo. Una de las claves principales es reconocer las debilidades. En los momentos de frustración es necesario identificar la raiz y la causa de la frustración, y las señales que acompañan a los sentimientos en ese momento.

Auto-gestión

La auto-gestión es la habilidad de mantener bajo control las emociones e impulsos disruptivos. Es particularmente importante durante una crisis, circunstancia en la cual las personas buscan seguridad y tranquilizarse y un líder calmado transmite esa actitud. Las competencias asociadas son:

Auto-control emocional: La capacidad de mantenerse calmado bajo presión y de recuperarse rápidamente de disgustos. Saber como balancear los sentimientos para el bien propio y el de otros.
Adaptabilidad: Aparece cuando se enfrentan cambio e incertidumbre y es necesario encontrar nuevas formas de lidiar con estos y tener la capacidad de balancear mútiples exigencias simultáneamente.
Orientación al logro: Siempre buscando alcanzar o exceder el estándar de excelencia, apreciando retro-alimentación sobre el desempeño y constantemente en la búsqueda de hacer mejor las cosas.
Perspectiva positiva: Siempre buscar lo positivo en la gente, en las situaciones y en los eventos. Permite construir resiliencia y establecer las bases para la detección de oportunidades y para la innovación.

En momentos de angustia, es clave evitar el pánico o asumir una posición pasiva. Respirar profundo y revisar las emociones as lo apropiado. En lugar de estallar frente a las personas, hay que hacerles saber aquello que está mal y ofrecer soluciones. Entender el contexto de una situación dada y ajustar la estrategia o las prioridades basado en lo que es más importante para el momento.

Conciencia social

La conciencia social indica precisión en la lectura e interpretación de las emociones de otros. La capacidad de relacionarse con diferentes tipos de personas, escuchar con atención y comunicar con efectividad. Las competencias asociadas con:

Empatía: Prestar atención al otro, tomando el tiempo para entender lo que dicen y como se sienten. Tratar de colocarse en la posición del otro.
Conciencia organizacional: La capacidad de leer las corrientes emocionales y la dinámica dentro de un grupo u organización. Poder predecir como una persona del grupo o líderes dentro de la organización podrían reaccionar frente a ciertas situaciones.

Aquí la habilidad más importante es la de escucha. No tratar de hablar simultáneamente o de secuestrar la agenda del otro e invitar a otros a que actúen igual. Retar los prejuicios propios y descubrir las coincidencias.

Manejo de relaciones

Es la habilidad interpersonal que permite al individuo actuar de una manera que motive, inspire y armonice con otros. Las competencias base son:

Influencia: Ser un líder natural que puede obtener el apoyo de otros con relativa facilidad, creando un grupo comprometido, movilizado y listo para ejecutar las tareas necesarias.
Coaching y mentoring: Fomentar el aprendizaje de largo-plazo proveyendo retroalimentación y soporte. Hacer planteamientos en forma persuasiva y clara para generar motivación.
Manejo del conflicto: La capacidad de lidiar con los desacuerdos entre múltipes aspectos de un tema, traer a la palestra disputas latentes y encontrar soluciones ganar-ganar.
Trabajo en equipo: Interactuar bien como miembro de un equipo y la capacidad de trabajar con otros. Participar activamente, compartir responsabilidades y reconocimientos y contribuir con el equipo.
Liderazgo inspiracional: Inspirar y guiar a otros hacia una visión general y conjunta. Lograr que siempre se realice el trabajo y que sobresalgan las mejores cualidades del equipo de trabajo.

Una persona constantemente negativa tendrá mucha dificultad manteniendo relaciones a largo plazo. No hay que tener temor de ir contra normas convencionales o tomar riesgos. Ese tipo de personas finalmente deja a aquellos con las que trabajan inspirados, motivados y conectados.


Hace referencia a Harvard researcher says the most emotionally intelligent people have these 12 traits. Which do you have?. También aparece en mi blog https://bit.ly/3eFnTrU.