Once miembros del servicio estadounidense fueron trasladados fuera de Irak y tratados por síntomas de conmoción cerebral después del ataque con cohetes de Irán contra bases militares iraquíes a principios de este mes, reveló un portavoz del Comando Central de Estados Unidos el jueves por la noche.
Por Frank Miles / FoxNews.com
Traducción libre del inglés por lapatilla.com
El presidente Trump y los funcionarios estadounidenses habían dicho anteriormente que ningún estadounidense murió ni resultó herido en el ataque del 8 de enero.
Varias tropas estadounidenses “fueron tratadas por síntomas de conmoción cerebral por la explosión y aún están siendo evaluadas. Como procedimiento estándar, todo el personal en las proximidades de una explosión se somete a un examen de traumatismo craneoencefálico y, si se considera apropiado, se transporta a un nivel superior de atención”, comentó el capitán Bill Urban, el portavoz del Comando Central.
Dijo que aunque ningún miembro del servicio estadounidense murió en el ataque a la base aérea de Al Assad, “en los días posteriores al ataque, por precaución, algunos miembros del servicio fueron transportados al Centro Médico Regional Landstuhl en Alemania, otros fueron enviados a Camp Arifjan, en Kuwait, para una evaluación de seguimiento. Cuando se considere apto para el servicio, se espera que los miembros del servicio regresen a Irak después de la evaluación. La salud y el bienestar de nuestro personal es una prioridad y no discutiremos su estado médico. En este momento, ocho individuos han sido transportados a Landstuhl, y tres han sido transportados a Camp Arifjan”.
Las explosiones en la base, a unas 110 millas al oeste de Bagdad, crearon grandes cráteres, derribaron barreras de concreto y destruyeron instalaciones que albergan a docenas de soldados.
El ataque a la base de Al Assad, donde están estacionadas cerca de 1.500 fuerzas estadounidenses y de la coalición, se llevó a cabo en represalia por el asesinato del general de la Guardia Revolucionaria iraní Qassem Soleimani.