Exlex, por Guido Sosola

Exlex, por Guido Sosola

Guido Sosola @SosolaGuido

 

Las fuerzas (y las debilidades) de la izquierda marxistas en Latinoamérica, tienen una cita en Caracas, en pocos días. Una de tres: el encuentro dará motivo a un gigantesco festejo publicitario, reimpulsando la gran estafa que significa para los pueblos desesperados del continente; pasará inadvertido por Raimundo y todo el mundo, dentro y fuera de nuestras fronteras; o, convocadas todas las agencias de inteligencia del mundo, como pocas veces pueden tener ocasión, sólo se sentirá con el despliegue y los consabidos tropiezos que el resguardo de los prominentes líderes obliga, en una ciudad sin más leyes que las impuestas por los intereses del status quo.

Pero lo más curioso de todos que está oposición venezolana, salvo honrosas excepciones, evita tocar el tema. Para ella, el Foro de São Paulo es una cosa lejana, distante y hasta – definitivamente – incomprensible. Podrá decirse que la saturación de noticias, impide darle una mayor atención; que voceros calificados, como el presidente de la Comisión de Política Exterior, cual embajador itinerante, está en gira parlamentaria empedernida mente por el norte del continente; que también hay partidos democráticos, o los que se dicen tales, invitados a Venezuela y no puede tocárseles ni con el pétalo de una rosa; que la vaina está tan mala que no da tiempo para la retórica. Sin embargo, lo que sí parece cierto es que faltan dos dedos de frente para saber el significado real del Foro.





Esto de que no hay ley que valga en nuestro país (exlex), es relativo, porque si existe una irrefutable: hacerse el loco cuando la cosa es seria y demasiado sería. El glorioso G-4 y sus integrantes más connotados, cuidan muy bien de no herir susceptibilidades de sus correspondientes internacionales, tan inútiles como bulliciosas cuando la oportunidad la pintan calva, pues, la tal Internacional Socialista, donde medio mundo quiere meterse y fregar a la representación afecta, está muy lejos de hacerle contrapeso en el hemisferio a São Paulo.

Parece, además, duro criticar a los paulistas que ni Asamblea Nacional tuvo la gentileza de dedicarle cinco minutos en su reciente sesión, porque – en el aspecto ideológico – ésta oposición exhibe un atraso inmenso y pensar es una rifa tarea; y – en el político – no se sabe, sabiéndolo muy bien, en medio de un conglomerado de mafias.

Vale decir, mordida por una o varias de ellas, es mejor que la oposición se haga la loca, haciéndose la que no sabe, frente a la V Internacional que sesionará en la ciudad capital cual cumbre continental de campos e invitados internacionales. ¿Para qué pensar el Foro y, menos, adversario?, me dijo un Augusto diputado días atrás.