Madrid despliega una seguridad sin precedentes para una final inglesa

Madrid despliega una seguridad sin precedentes para una final inglesa

(Photo by GABRIEL BOUYS / AFP)

 

 

La ciudad de Madrid desplegará un dispositivo de seguridad sin precedentes ante la disputa el sábado de la final de la Liga de Campeones entre Tottenham y Liverpool, incluyendo el pionero uso de un dron para controlar las hinchadas.





Con la alarma terrorista en el segundo nivel más alto, las autoridades españolas prohibieron la circulación de camiones de más de 3,5 toneladas por las inmediaciones del estadio Wanda Metropolitano que acogerá este encuentro clasificado como de “alto riesgo”.

Este tipo de vehículos tampoco podrán transitar alrededor de las dos zonas habilitadas para las aficiones en el centro de la capital española.

“Hay un dispositivo de seguridad muy, muy potente que va a intentar que todo discurra con normalidad y todo el mundo pueda disfrutar” del encuentro, dijo el director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo, durante una rueda de prensa el martes sobre el operativo.

Se desplegarán 4.700 policías y agentes privados de seguridad, superando los 4.000 movilizados para la final de la Copa Libertadores disputada excepcionalmente en Madrid el año pasado entre los argentinos River Plate y Boca Juniors, declarado también de “alto riesgo”.

“Para una competición deportiva, probablemente será el mayor despliegue que vamos a hacer para garantizar la seguridad” en Madrid, afirmó Pardo.

Las fuerzas de seguridad utilizarán por primera vez un dron, que trabajará coordinadamente con los helicópteros policiales, para controlar desde el aire la actividad de las hinchadas y evitar disturbios.

– “MIEDO” –

Las autoridades esperan la asistencia de 32.000 aficionados ingleses con entrada al estadio del Atlético de Madrid, con un aforo de 68.000 personas.

Pero también se prevé la llegada de miles de hinchas más sin entrada, procedentes tanto del Reino Unido como del sur de España y Portugal, cuna de importantes colonias británicas.

La policía británica comparte información con sus compañeros españoles y enviará agentes a Madrid para ayudar en el operativo de seguridad.

“Los aficionados que escojan involucrarse en disturbios deben saber que serán detenidos y tratados con severidad por la policía española”, advirtió el jefe del operativo por parte de la London Metropolitan Police, Nick Collins.

En la previa del primer partido de la semifinal europea entre Barcelona y Liverpool, y a pesar de que no existe una rivalidad entre ambas hinchadas, seis aficionados ‘reds’ fueron arrestados por desórdenes públicos.

Unos vídeos colgados en las redes sociales mostraron un hincha del Liverpool tirando a un vendedor ambulante y a un turista asiático a una fuente del centro de Barcelona mientras sus compañeros se reían y lo celebraban.

La afición inglesa se vio envuelta en otros altercados e incluso lanzaron botellas y otros objetos a la policía.

El diario deportivo español Marca resumió las sensaciones que provoca esta final con un gran titular de portada el lunes: la palabra “MIEDO” en color amarillo.

– Aficiones separadas –

El operativo pretende mantener las hinchadas alejadas en todo momento. Aterrizarán en terminales distintas del aeropuerto y se trasladarán desde su ‘fan zone’ hasta el estadio en líneas de metro diferentes.

La del Tottenham se habilitará en la plaza Colón, a 2,5 kilómetros del punto de encuentro de los aficionados del Liverpool, en la plaza Felipe II.

Las experiencias anteriores demuestran que al separar las aficiones “hay un ambiento más relajado, mucho más festivo y evitamos muchos conflictos”, dijo la subdelegada del gobierno español en la región de Madrid, María Paz García-Vera.

Las personas con entrada deberán pasar diferentes anillos de seguridad antes de llegar a sus asientos en el estadio.

Los bares y restaurantes cercanos a las zonas de las hinchadas han expresado su temor a posibles disturbios y algunos han asegurado a medios españoles que piensan cerrar ese día o contratar más personal de seguridad.

“Vamos a ver cómo se presenta el panorama” antes de decidir si cerramos, dijo a la AFP un camarero en un bar de tapas cerca de la plaza Colón, pidiendo que no se revelara su identidad.

AFP