José Romero: Cabos sueltos

José Romero: Cabos sueltos

Cuando en el interior de grupos mafiosos (como ocurre dentro de la nomenklatura çhavista) , surgen dudas acerca de la confiabilidad de alguno de sus compinches, éste se convierte en un cabo suelto, es decir, en una amenaza para la seguridad de todos los miembros del gangsterinato que usurpa funciones y de sus socios internacionales. Porque es inaceptable que ese integrante revele todo lo que sabe a las autoridades que le ofrecerán un trato. Y no es cualquier cosa tener acceso a:

– Identidad de otros miembros que están en las sombras o corroboración de participación de otros personajes ya conocidos. Ahí hay autoridades, testaferros, lavadores de dinero…

– Rutas utilizadas para el tráfico de diferentes rubros.





– Ubicaciones clandestinas en cada país.

– Cuentas y activos producto del lavado.

– Logística disponible.

– Métodos de Operación.

A partir de ese momento, ya no valen promesas de lealtad, sencillamente, es un integrante tóxico,  un peligro inaceptable. Su destino está sellado.

Dicho esto, comienza una carrera contra el reloj y el sujeto marcado tiene que ver cómo evade la cacería. Así que tiene dos opciones:

1. Entregarse a las autoridades y negociar la información que posee a cambio de protección y menos tiempo de cárcel.

2. Apostar a que logrará evadir la cacería tanto de la mafia como de las autoridades. Pero sabe que es un blanco ambulante, algo así como un zombie o “muerto andante”

Desde ya y a corto plazo, estos son y serán los episodios que vivirán los integrantes de la nomenklatura chavista y sus cómplices alrededor.

Los muertos que surjan en “accidentes” u otras circunstancias romperán la lógica de las probabilidades estadísticas de que determinados eventos ocurran en tan estrecho lapso de tiempo, en un territorio determinado y a un grupo determinado y específico…

Sería interesante para quien sepa hacer los cálculos, determinar que tan probable resulta que a pocos dias del 30/04 mueran 14 integrantes de la FAN, entre ellos, integrantes del círculo interno de seguridad de Maduro adscritos a la Casa Militar y otros, en Aragua, caen en una extraña emboscada, aunque son tantos los enfrentamientos internos por control de zonas, que cualquier cosa es posible. Sin embargo, no deja de llamar la atención que, aparte de algunos caídos como “daños colaterales” la mayoría de los occisos eran oficiales, no tropa.

Los cabos sueltos más “calientes” son, por ejemplo, Diosdado, El Aissami y su grupo…

Al menos, si se entregan, tendrán derecho a los juicios justos que ellos le negaron a sus adversarios políticos.

Yo les sugiero que no se entreguen…A ver quién los consigue primero…