Los chalecos amarillos vuelven a las calles de Francia pero con menos fuerza

Los chalecos amarillos vuelven a las calles de Francia pero con menos fuerza

Los manifestantes que usan chalecos amarillos se reúnen frente a la Casa de la Ópera como parte del movimiento de “chalecos amarillos” en París, Francia, el 15 de diciembre de 2018. Foto: REUTERS / Christian Hartmann

 

Los “chalecos amarillos” no lograron  contrarrestar el lento declive de su movimiento contra la política fiscal y social del presidente francés Emmanuel Macron, pese a manifestaciones en toda Francia en la 17ª jornada de protestas caracterizada por la más débil movilización desde el inicio de las protestas el pasado 17 de noviembre.

Unas 28.600 personas se manifestaron este sábado en todo el país, según cifras divulgadas por el ministerio del Interior, que han sido habitualmente cuestionadas por los “chalecos amarillos”. De ellas, 3.000 se manifestaron en París.

La semana pasada, 39.300 personas se habían manifestado en todo el país, 4.000 de ellas en la capital, siempre según esa fuente.

El 17 de noviembre, cuando comenzaron las protestas sin colores políticos ni amparadas por sindicatos, contra el alza de los combustibles y por un mayor poder adquisitivo, llegaron a congregar a 282.000 personas en toda Francia.

El movimiento se convirtió rápidamente en la peor crisis social para el presidente Macron desde su llegada al poder en mayo de 2017.

Pero cuatro meses después, la cantidad de participantes contabilizados por el ministerio de Interior francés no deja de caer.

Sin embargo, estas cifras están sujetas a dudas. Los manifestantes las refutan y aseguran que su movilización sigue siendo importante,  mientras falta una semana para que termine el “gran debate nacional” que tuvo que lanzar el gobierno desde mediados de enero para intentar apagar la crisis.

“Acto decisivo: no nos moveremos”. En París los manifestantes proponían hacer sentadas al pie de la Torre Eiffel. Pero el viernes por la noche, cuando algunos de ellos intentaban instalar unas estructuras cerca del emblemático monumento, la policía los desalojó rápidamente, constató AFP.

– ‘Primero llenar el refrigerador’ –

Como desde hace 17 sábados, este sábado por la mañana los manifestantes se congregaron en París al pie del Arco del Triunfo, adonde también convergieron sindicalistas con chalecos rojos, niñeras con chalecos rosas y mujeres que manifiestan por la igualdad, al día siguiente del Día Internacional de los Derechos de la Mujer.

Pero esta convergencia de circunstancia pareció difícil de mantener, pues una parte de los manifestantes, los sindicalistas y las “chalecos rosas”, bifurcaron hacia los jardines del Luxemburgo, dejando solos a los “chalecos amarillos”.

Nejeh Farhat, de 40 años, un “chaleco amarillo”, ‘veterano’ del movimiento, parece decepcionado. “Es una organización de mierda”, dice, bajo la lluvia. “La convergencia no es algo malo, mientras más seamos, más fuertes seremos. Pero el combate no cambió, la prioridad es (poder llenar) el refrigerador. Luego, la igualdad y todo eso, si se hace, se hace. Pero primero el refrigerador”.

Hubo manifestaciones en varias ciudades de Francia, en particular en Nantes (oeste), donde se produjeron algunos altercados con las fuerzas de seguridad. También en París se producían el sábado por la tarde escenas de tensión con la policía en la emblemática avenida de los Campos Elíseos.

Para los “chalecos amarillos”, el objetivo del mes de marzo es dar un nuevo impulso al movimiento, con el espíritu de cuando comenzó, y aumentar la presión sobre el presidente Macron.

Y ya se lanzaron convocaciones para una nueva protesta la semana próxima, el 18º sábado de movilización, que sería al día siguiente al fin del “gran debate”. Esperan entonces reunir en París “a toda Francia” para dar un “ultimátum” al gobierno.

AFP

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