El #10Ene y la distracción del debate constitucional, por José Luis Centeno S.

El #10Ene y la distracción del debate constitucional, por José Luis Centeno S.

 

Ahora el cuento es el 10E, al final será otro show, como cada una de las destituciones del Presidente Nicolás Maduro y su enjuiciamiento, sin ninguna efectividad, sólo manejo de falsas expectativas. Estamos ante una situación atípica no encuadrada en la norma constitucional, a la que se analiza y proponen soluciones al “hecho por venir” que parecieran no estar en la agenda ni del TSJ en el exilio ni de la Asamblea Nacional de Venezuela.

Por José Luis Centeno S. / @jolcesal 

Ante tales circunstancias, debemos recordar algo importante, al menos para los abogados, lo accesorio sigue lo principal, aplicado en este contexto, nos conduce a decir: lo que nace ilegal es ilegal, así lo adornes de legalidad, eso sucede con el nuevo periodo presidencial que reclama Nicolás Maduro, nació ilegal en los comicios que convocó la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), que, al ser ilegal, propició un #10Ene cargado de contradicciones.

Al parecer se nos olvida que a Nicolás Maduro lo juramentó la ANC como Presidente reelecto, violentado las normas constitucionales del cielo a la tierra, que dicen cuando, legalmente, se juramenta el Presidente una vez electo, en Enero, no en Mayo, como sucedió. Entonces, la majadería con la juramentación del 10E apunta al reconocimiento de un error, consumado y generador de la más absoluta ilegalidad, a la par de una oposición obsecuente, implicando la manipulación de escenarios para que prevalezca el régimen.

No se trata de quién lo va a juramentar, no, la reelección nació ilegal, si partimos de ese hecho, no tenemos que discutir quién lo va a juramentar, mucho menos validar un criterio que justifique su juramentación ante el TSJ, como justificaron la presentación de la Memoria y Cuenta, no lo puede juramentar nadie, porque es ilegal esa elección donde Nicolás Maduro resultó reelecto, está viciada.

Sin entrar en un análisis profundo de los preceptos constitucionales contenidos en los artículos 233 y 335, y sin objetar que ese caso en específico la Constitución no lo contempla; por ejemplo, si un ciudadano obtuvo el título de abogado sin haberse graduado de bachiller, porque vamos a discutir el título de abogado si no es bachiller, al no ser bachiller nunca pudo haber obtenido el título de abogado. ¿Es así o no es así?

De igual modo, para poder ser Presidente o ser Juramentado como tal, Nicolás Maduro debió ser reelecto, pero no a la manera como lo hicieron desde la ANC. Entonces lo que nace chimbo, será chimbo, no tiene validez. Pregunto, si eso es tan cierto, ¿por qué lo van a volver a juramentar siendo innegable que fue juramentado por la ANC? Con eso ellos mismos demuestran que están en una condición de ilegalidad y ahora quieren darle un matiz de legalidad y para eso posicionaron al TSJ como el garante de esa pretensión.

¿Por qué distraernos con un debate constitucional sin reparar en que Nicolás Maduro no fue reelecto Presidente? ¿Ese debate no deja mal parados a la ANV y al TSJ en el exilio? No obstante, con intenciones aviesas, se aviva dicho debate diciendo que el escenario del 10E no está encuadrado en la Constitución, un momento, ¿por qué arrancan de ahí? Por esa vía legitiman a Maduro como Presidente reelecto. Volvemos a quien se graduó de abogado sin ser bachiller, así haya obtenido las máximas calificaciones.

Sencillamente, Nicolás Maduro no es Presidente Electo, nunca pudo haberlo sido por la condición de ilegalidad de la convocatoria realizada por la ANC, avalada por el CNE a sabiendas de que era algo ilegal, amén de los excesos que ensombrecieron los comicios del 20 de mayo de 2018, sin que existiera un contrapeso para que esa ANC no siguiera atropellando a los demás poderes y a la sociedad venezolana hasta conducirnos a esta supuesta encrucijada.

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