Virginia de Bolívar: La ayuda humanitaria para los niños con cáncer no llega, entonces uno está atado de manos

Virginia de Bolívar: La ayuda humanitaria para los niños con cáncer no llega, entonces uno está atado de manos

Archivo

 

En 18 meses, Virginia de Bolívar, presidenta de la Fundación Ayuda a Niños con Cáncer (Fundanica) ha visto fallecer a 81 niños por la maligna enfermedad. En una entrevista publicada por El Carabobeño, expresó, “Es algo muy duro. Cada vez es como si me marcaran” Hace un gesto como si sujetara un lápiz para rayar su piel. Me mira con gravedad: “Tenemos que seguir luchando por sus derechos”.

El lunes fue al hospital a entregar una silla de ruedas que le donaron y cuando entró preguntó en voz alta ¿Cómo están mis niños?. “¡Me emociona cuando todos comienzan a responder!, ellos lo que más esperan de mi es cariño. Sentirse queridos, atendidos”.





Profesora de Biología y Química del Instituto Pedagógico de Caracas, tiene  39 años dedicada a la docencia. “La otra vez me dijo un amigo, Virginia has evidenciado las necesidades de los niños que tienen cáncer. En Fundanica somos un gran equipo, le contesté, la diferencia es que yo soy maestra”.

Poco a poco se he ido fortaleciendo, lleva 15 años en Fundanica. “Al principio cuando regresaba del hospital me arropaba tres días, al observar por lo que pasaban los niños. Para que mi corazoncito no sufra tanto, no me involucro con la patología ni el diagnóstico, sino en ayudarlos, acompañarlos, que dispongan de un tratamiento holístico, espiritual. Que no pierdan sus ilusiones, la creatividad y por supuesto, que tengan los 3 ciclos de sus tratamientos completos”.

¿Será que el amor que le brinda Virginia a los niños con cáncer, está menos contaminado por la preocupación y la angustia? A diferencia de los papás, que no pueden zafarse de un diagnóstico que, sin tratamiento,  significa muerte…

–Los papás expresan que cuando ven a Fundanica sienten respaldo, que no están solos en sus luchas. A veces, por su nivel cultural no se dan cuenta de lo difícil de derrotar la enfermedad. ¡No se percatan!. Ahorita hay una niña que se llama María Graterol, tiene 12 años y nos cautivó el corazón. Cuando me ve, me dice, señora Virginia necesito Metrotexate, Bisofamida, y la mamá se queda mirándome desconcertada. Me digo ¡Dios mio! ¿Cómo una niña de 12 años está pendiente de su tratamiento?

Eso es una violación de los derechos humanos de esa niña, quien solo tendría que estar siendo atendida. ¡Tiene tantas ganas de echar adelante, que está pendiente de sus medicamentos, porque no hay nada en los anaqueles de los hospitales!.

La ayuda humanitaria no llega, entonces uno está como atados de manos.

Para leer la entrevista completa, ingresa AQUÍ.