Las cosas más divertidas (y extrañas) que se han dicho haciendo el amor

Las cosas más divertidas (y extrañas) que se han dicho haciendo el amor

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¿Te has planteado alguna vez qué es lo más raro que te han dicho nunca mientras practicabas sexo? Cuando una persona es sexualmente activa y tiene encuentros con personas diferentes de cuando en cuando, se enfrenta a situaciones que en ocasiones pueden desembocar en escenas de lo más raro, reseñó El Confidencial





Muchas veces apenas conocemos a la otra persona, cuáles son sus gustos o cómo se comporta en la intimidad y nos puede resultar incómodo al principio. Pero, como dice Liz Newman en Bustle, “hay situaciones incómodas y otras que, simplemente, son extrañas”.

Hay gente a la que le gustan de más los pies, que esconde unas esposas en cada rincón de su casa o a la que le gusta que le digan determinadas cosas digamos, algo bruscas. Pero no estamos hablando de fetiches extraños sino de esas historias absurdas y desconcertantes que acaban convirtiéndose en la anécdota de turno que siempre viene bien para echarse unas risas.

Al principio da tanta vergüenza que uno prefiere omitir la respuesta al ‘¿y qué tal con aquel anoche?’, pero en el momento en el que se hacen públicas –entre los amigos cercanos, se entiende–, estas historias son un no parar. Se van contando de unos amigos a otros y se terminan convirtiendo en una leyenda urbana que, cualquier día, acaban contándote personas a las que acabas de conocer… Cuando el protagonista fuiste tú.

Reales, ficticias o aderezadas en exceso, aquí se recogen algunas de las escenas de cama más controvertidas enviadas por los lectores de Bustle. Después de leerlas, quizás incluso tus propias anécdotas sean más míticas… ¿O no?

Cuando la noche nos confunde

Pues de esto que conoces a alguien, os gustáis, tomáis unas copas, decidís dormir juntos… Pero apenas sabes nada de su vida ni de sus circunstancias vitales –ni mentales– más allá de las apariencias. Y llegan las sorpresas.

“Una vez un tipo me pidió que me pusiese un collar en el que ponía ‘perra’ y me hizo caminar a cuatro patas alrededor de mi apartamento”, cuenta Lindsay, de 29 años, quien, de hecho, no desmiente haber jugado a las mascotas aquella noche… Está claro que se encontró con uno que sale de casa con los accesorios ‘imprescindibles’. Por lo que pueda pasar.

Será porque estas escenas suelen darse cuando acaba el día, pero el hecho es que la noche está llena de fantasmas. Los profesionales del flirteo necesitan hacer ver que ¡eh! no significas absolutamente nada especial para ellos y, a la mínima que pueden, subrayan que solo eres un triunfo más. Así le ocurrió a Matt, de 36 años, cuando su ligue nocturno, en pleno acto sexual, proclamó un “esta es la vez número 165 que hago esto”. Bravo por ti.

Amores de barra

A veces nos encontramos con personas que por su físico, voz o, simplemente, su olor, nos recuerdan a conquistas anteriores o ex parejas. Y podemos liarla. Para Joe, de 28 años, su experiencia más extraña –y, probablemente, ofensiva– fue “cuando alguien gritó un nombre mientras practicábamos sexo… Y no era el mío”. Atentos a los lapsus nocturnos que, además de hirientes, pueden ser llamaditas de nuestro subconsciente que quizás te estén recordando que no has superado a alguien.

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