Campus deportivo de la UC fue asaltado por décima vez en lo que va de año

Campus deportivo de la UC fue asaltado por décima vez en lo que va de año

(foto Angel Chacón)
(foto Angel Chacón)

 

La Universidad de Carabobo se ha vuelto el foco de muchos actos delictivos desde hace unos años. Con el paso del tiempo la frecuencia ha aumentado. El último suceso ocurrió la madrugada de este martes, cuando desconocidos ingresaron al campo deportivo de la UC para robar los cables de unos transformadores. Así lo reseña el-carabobeno.com

Por Armando Díaz

El hecho ocurrió aproximadamente a la 1:00 a.m. afirmó Milton Morales, director de deportes de la Universidad de Carabobo, quien declaró que los vigilantes del complejo escucharon unos ruidos extraños, seguidos del ladrido de varios perros que rondaban la zona. Al revisar, se encontraron con la sorpresa del robo.

En lo que va de año, 10 veces han robado las instalaciones de la casa de estudio. El director considera que los maleantes provienen de las invasiones que rodean el campus universitarios. Tres bandas serían las que operan en ese sector, asegura Morales.

Los daños causados no fueron sólo a los transformadores eléctricos, si no al gimnasio Benito Rodríguez, al que ingresaron a la fuerza tras reventar la puerta de vidrio. Hicieron destrozos, se llevaron la caja de breakers e intentaron, sin éxito, violentar otra instalación.

Se desconoce cuantos delincuentes eran por la falta de alumbrado en el área, debido a robos pasados en los que arrancaron partes del sistema de cableado y que mantienen el campo deportivo en tinieblas. Esto influyó en la capacidad visual de los vigilantes, quienes en esta oportunidad, a diferencia de ocasiones anteriores, afortunadamente no fueron agredidos.

El turno nocturno cuenta con seis trabajadores que velan por la seguridad del lugar. El director agradeció la labor de estas personas, puesto que si no hubiesen estado ahí, seguramente habrían sustraído más cosas.

(foto Angel Chacón)

 

Morales duda que en un corto plazo se reparen los daños causados, al menos a nivel de electricidad, porque los artefactos son muy costosos y la universidad no cuenta con los fondos necesarios para cubrir los gastos, algo que se evidencia en el estado del complejo deportivo, rodeado por la maleza y el abandono. Esta situación afecta a cerca de 62 mil estudiantes que se benefician de áreas como la piscina y canchas con las que cuenta la UC.

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