Investigan si restos encontrados en Politáchira son de reos desaparecidos

Investigan si restos encontrados en Politáchira son de reos desaparecidos

Politachira

Expertos en investigación forense del CICPC analizan restos óseos humanos localizados en los calabozos de Politáchira, que por más de un mes estuvo bajo el control de un grupo de internos, ante la gran presunción de que pertenezcan a dos reos que estaban allí recluidos y que ahora no aparecen, reseñó La Nación Web.

Y es que los rumores que desde hace días circulaban en la calle que indicaban que dentro de los calabozos habían asesinado al menos a dos internos, hoy cobran más credibilidad y fuerza con la formal desaparición de dos de los internos, de los que cuales aseguran que no solo fueron asesinados por los amotinados, sino que luego de descuartizarlos fueron comidos por buena parte de la población reclusa, a la que amenazaron si se negaban a hacerlo.

Hasta el momento el Ministerio Público ha abierto formalmente un proceso de investigación a 16 internos, aunque el número podría superar los 50, que participaron de manera directa tanto en el conflicto que conllevó el secuestro de 12 personas, como en estos atroces y dantescos hechos que además involucran lesiones graves a otros privados de libertad.

A unos los victimizaron porque sus familias no podían pagar las extorsiones que les estaban haciendo los amotinados, a otros sencillamente por problemas personales de vieja data o que surgieron durante ese mes que duró el motín.

Entre estas crueldades adicionales que pudieron detectar desde el viernes cuando finalizó el motín, al menos a cuatro internos -incluyendo al que se le vio en un video- les amputaron parte del dedo índice derecho, conocido en el argot delincuencial como el dedo “gatillero”, por ser con éste con el que se dispara un arma de fuego; a otros los apuñalaron o les fracturaron piernas, brazos, manos; a uno le quemaron la espalda, a unos cuantos les produjeron serias cortadas que para el momento de ser revisados por un médico, ya esas heridas estaban considerablemente infectadas.

En cuanto a la manera como cometieron los supuestos asesinatos de los internos Juan Carlos Herrera, de la celda B4, y Jhonathan Sepúlveda, de la celda B2, los dos desaparecidos formalmente, los compañeros de celda de los dos primeros indicarían a los respectivos familiares que fue de la manera más macabra que pudieran haber presenciado, que fueron días y noches de terror los que se vivieron tras las rejas de los calabozos.

De acuerdo con esos relatos, allí no solo intervinieron armas blancas sino de fuego. Luego de golpearlos, cortarlos, fracturarles sus miembros inferiores, los colgaron como reses y los descuartizaron, valiéndose para esto último de la manipulación que tenían los amotinados sobre un conocido reo quien en medio de su trastorno mental no habría reparado en hacer lo que le pidieron.

Dijeron que a los internos que se negaban a comer parte de los órganos y otras partes de esos cuerpos, los apuñalaban. Posteriormente los restos los desecharon por las cañerías de los calabozos, mientras que los huesos fueron triturados y quemados en el afán de los criminales de desaparecer toda evidencia.

Allí, precisamente entre esos escombros en los que también quemaron basura y las colchonetas, fue que el viernes en la noche los expertos del CICPC hallaron fragmentos de huesos, los cuales serán sometidos a pruebas de ADN con apoyo de los familiares. También colectaron cabello con el mismo propósito, cuyos resultados podrían tenerlos en al menos 20 días.

“También investigaremos a policías”

El comisionado Amador Torres, director de Politáchira, por su parte confirmó el traslado temporal de internos a distintas estaciones policiales del Táchira, mientras arreglan y refuerzan los calabozos que destrozaron los amotinados. Con cerca de 115 penados que permanecían ahí, harán lo propio, recluirlos en cárceles adecuadas como el CPO, el de Barquisimeto o Tocuyito, a fin de descongestionar el cuartel de prisiones.

“Aquí estamos limpiando, salió mucha basura y arreglamos las rejas, afortunadamente esta estructura es muy segura. Hasta el momento hay dos internos que no aparecen, por lo que el CICPC está verificando los restos hallados”, dijo Torres.

Agregó que junto con la Fiscalía y el CICPC trabajan de manera coordinada para determinar cuántos y cuáles pudieran ser los funcionarios de Politáchira que fueron cómplices antes y después del motín que se extendió por un mes. “Lo hacemos a través del cruce de llamadas, como por ejemplo cómo llegó esa arma ahí. Cuando se tenga una base concreta, estos funcionarios serán privados de libertad e investigados”.

“A mi hijo lo agarraron 40 reos

que lo apuñalaron y descuartizaron ”

“A mi hijo lo agarraron, entre cuarenta personas, lo apuñalaron, aparte de eso lo colgaron para que se desangrara, lo bajaron y un conocido preso desde hace años en prisión fue quien lo descuartizó para dárselo de comer a todos los detenidos de Politáchira, y al que no lo hizo lo golpearon, le quitaron dedos, le partieron las piernas, le perforaron pulmones y al último que no quería le abrieron la cabeza con un martillo. ¡Fue atroz y desastroso lo que vivieron esas personas allá!” Así lo relató, este lunes, Juan Carlos Herrera, padre de uno de los desaparecidos del Cuartel de Prisiones, luego de las requisas al recinto donde los reos mantuvieron un motín durante un mes.

En rueda de prensa desde el partido Copei, acompañado de los diputados Franklin Duarte y Álvaro Peña, visiblemente afectado, Herrera expresó que uno de los presos que estaba junto con su hijo, Juan Carlos Herrera Aragoza, vio y le contó todo lo ocurrido. “Después de que salió en libertad él me hizo saber esto, aunque yo ya sabía algunas cosas. Él vio cuando colgaron a mi hijo, después lo bajaron y se lo comieron. Inclusive, a él lo obligaron”.

—Al ver lo que le hacían a los que se negaban a seguir la orden –continuó- el resto empezó a digerir la carne de mi hijo y la de otro muchacho, uno que le decían Anthony, yo no lo conocí nunca, ahora me conseguí con sus familiares afuera con el mismo dolor. Pero hay una tercera persona, porque el mismo muchacho me dijo que aquí no mataron dos, fueron tres, y esos restos están en el CICPC, creo que ya lo entregaron pero no le dijeron la verdad al país. ¡Déjense de tantas mentiras, sean conscientes! Si lo dijo una persona que estaba allá adentro y vio todo eso, es porque así fue— acentuó Herrera.

“También dijo el muchacho que habían despegado las letrinas de abajo del baño y por ahí botaron los restos”.

Indicó que su esposa se dirigió a la sede del CICPC a donde le dijeron que llevara una muestra de cabello para hacerle pruebas de ADN y compararlas con la información genética de una osamenta que, según comentó, “encontraron las autoridades pero no se sabe de quién es. Las partes de los otros ya saben que los pusieron por los desaguaderos”.

Precisó que tuvo comunicación con su hijo hasta el viernes 30, a las once y media de la noche: “Esa fue la última llamada que me hizo porque quería escuchar a su hija. Al día siguiente fueron a mi casa a llevarse un carro, porque me estaban extorsionando dos policías al igual que los familiares de otros presos para mantenerlos en calabozos menos peligrosos, y como no tenía cauchos dijeron que en la tarde irían por él. Les dije que si me pasaban a mi hijo yo les entregaba el carro, porque eso no me importa, la vida de mi hijo sí; y no fueron capaces de pasármelo”.

Ratificó que su hijo Juan Carlos Herrera permanecía recluido allí en Politáchira, desde hace 45 días, por el delito de robo de vehículos. Sin embargo, según lo publicó en su Twitter en enero de 2013 el jefe nacional del CICPC, Douglas Rizo, el joven fue detenido por el delito de homicidio.

“Iris Varela pudo evitar este desastre”

Advirtió Herrera que: “Yo no quiero que se vea esto como algo político, porque empezó, lamentándolo mucho, por un problema personal entre la ministra Iris Varela y el gobernador Vielma Mora, quienes no querían sentarse. Y fue hasta después de un mes que la ministra vino pero llegó tarde y no pudo evitar este fatal desenlace que enluta a mi familia”.

—La ministra sabía que si ella venía, hubiese evitado este desastre. En diez minutos entró con una gran prepotencia, pidió que le abrieran la primera reja y no nos dejó a pasar a los familiares ni a ninguno de sus escoltas, solo pasó ella, pasó la segunda puerta, hizo una llamada y de una vez esos muchachos entregaron a los rehenes. ¿Quién es ella para pasar sin escoltas y no tenerle miedo a lo que está pasando allí adentro? ¿Cómo confían en una mujer que duró un mes sin venir y no les había cumplido? Quiero que me lo explique— subrayó el pariente.

“Fui extorsionado por dos policías, temo por mi vida y la de mi familia”

El padre del desaparecido aseguró que teme por su vida y la de sus familiares y dejó por sentado que: “Si a mí o a alguno de mis familiares nos pasa algo es culpa de la señora ministra Iris Varela, quien es la que pareciera maneja muchas bandas organizadas dentro de las cárceles”.

Anunció que acudirá a la Fiscalía del Ministerio Público a solicitar una medida de protección y al mismo tiempo exigir una investigación sobre los hechos en los que según infiere fue asesinado su hijo.

Adelantó que sacará a la luz pública unas grabaciones que tiene en su poder donde, según dijo, “se evidencia que fui extorsionado. Primero, por el señor Escalante y segundo, por el señor Rubio que fue el que organizó toda esta masacre, porque él llegó a cobrar otra vez después de que Escalante lo había hecho”.

—A mí me quitaron 100 mil bolívares y me colocaron a mi hijo en una zona, pero no en la A-1 porque para estar ahí pedían 500 mil bolívares. De hecho, para permitir la visita de los niños, Escalante cobraba 10 mil bolívares y 10 mil por la visita conyugal, pero Rubio, quien sustituyó a Escalante, subió esta última tarifa a 15 mil bolívares y empezó a hacer traslados a San Antonio y San Josecito en represalia porque los familiares no pagaban— relató.

“Los mismos funcionarios empezaron a recibir dinero para empezar a pasar armas, drogas, licor. Ambos generaron un caos en la Policía con anuencia de Amador Torres. Pido que ese señor y los dos agentes sean investigados y destituidos, no pueden seguir enriqueciéndose a costas de los familiares de los detenidos”, alegó Herrera.

Aseguró que en las grabaciones que tiene en su poder aparece su hijo, “para que después no hayan a decir que él no estaba en la Policía o que se fugó. No pueden salir a decir que era jefe de pranes ahí o que él era el que mandaba y por eso lo mataron. ¡No señor! Busquen otra cosa pero digan la verdad, porque yo estoy diciendo lo que pasó allí adentro en realidad”.

Herrera recalcó: “La gente sabe todo lo que luché yo para que se le diera un traslado a mi hijo, y di la cara porque ustedes (refiriéndose a los amotinados) me obligaron a que estuviera al frente, yo lo hice y cumplí, ustedes no me cumplieron, lo que hicieron fue asesinar a mi hijo de esta manera tan atroz. Por eso lo digo, solamente Dios es el que puede hacer justicia después de esto”.

Envió un mensaje a los encargados de calabozos, al jefe de la Policía: “Ustedes tienen que pagar por lo que pasó en Politáchira, no se pueden ir de ahí con los brazos en alto, ni la ministra que duró un mes para venir acá y hubiese podido evitar estos hechos de sangre. Señor Amador, usted sabe que me quitaron esa plata. Por eso, haré las denuncias correspondientes”.

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