José Ramón Sánchez: Observadores Internacionales de la MUD… Nada que ocultar

José Ramón Sánchez: Observadores Internacionales de la MUD… Nada que ocultar

Se convirtió Venezuela en un punto de encuentro para parlamentarios de toda Latinoamérica. Hubo noventa y siete observadores internacionales invitados por el comando electoral de la Mesa de la Unidad Democrática, el domingo 6 de diciembre. En 18 estados del país visitaron centros de votación, realizaron la observación del proceso y convivieron con los ciudadanos venezolanos que se dispusieron a elegir a sus representantes ante la Asamblea Nacional.

Atrás quedó la innecesaria polémica del Consejo Nacional Electoral sobre el tema de la observación y lo que esa institución se empeña en llamar “acompañamiento”. Los parlamentarios llegaban a los centros de votación y se identificaban como observadores internacionales invitados por la Mesa de la Unidad Democrática, fueron atendidos con respeto y cortesía, como es costumbre cuando recibimos a un visitante.

Desde el funcionario militar, pasando por el responsable del CNE hasta el presidente de la mesa y todos sus miembros, mostraron las fases de la jornada comicial, no había nada que ocultar. Todos se sentían orgullosos al hacer ver que los venezolanos podemos dirimir nuestras diferencias de manera pacífica y democrática en las urnas. El ambiente fue siempre de amabilidad.

La mayoría de la delegación de Uruguay se concentró en el Estado Zulia y diputados de Nicaragua y El Salvador en Yaracuy, los congresistas chilenos se distribuyeron en Anzoátegui y en el oeste de la ciudad de Caracas, los parlamentarios de México en el centro de la Capital y varias zonas del Estado Miranda, los argentinos recorrieron los circuitos de Coro y Punto Fijo. Una representación de Perú observó en el sur de Valencia, a Mérida se integró un grupo mixto de representantes de Colombia y Brasil. En Táchira estuvieron los españoles y ecuatorianos. Senadores bolivianos y un uruguayo recorrieron Aragua y los cinco parlamentarios de Paraguay participaron en el Estado Barinas.

Las delegaciones de Honduras y República Dominicana no pudieron estar entre nosotros, los consulados venezolanos les negaron las visas. Un acto que raya en lo absurdo.

Al enviar la invitación a los distintos congresistas del continente teníamos la duda de que fuera aceptada, no solo por las informaciones que permanentemente se generan producto de la inseguridad y los enfrentamientos políticos, sino por la negativa del Consejo Nacional Electoral en torno a la presencia de Observadores Internacionales. Pero al contrario de lo que inicialmente se imaginó, la aceptación de los parlamentarios de estar presentes era cada vez mayor. Cuando Tibisay Lucena manifestaba su negación a la observación internacional, las solicitudes de invitación aumentaban y el interés por venir crecía.

Gran parte de los legisladores que estuvieron en Venezuela participan como delegados de sus países en el Parlamento Latinoamericano (Parlatino). Era lógico su interés en una elección de interpares en nuestro país, además es el deber ser en el marco de la integración y reafirmación de los procesos democráticos de nuestra región.

Las autoridades constantemente han señalado que el sistema electoral venezolano es “el más perfecto del mundo” y al momento de comprobarlo limitan la observación al permitir la presencia de solo diez invitados por cada una de las alianzas, toda una contradicción, como tantas otras que se han presentados en los últimos años.

El ultimo desatino del CNE con respecto a los invitados internacionales se presento en horas de la tarde del 6 de diciembre cuando se les revoco las credenciales como observadores a los Ex presidentes Tuto Quiroga de Bolivia y a Luis Alberto Lacalle del Uruguay. Quedo demostrado el talante democrático del CNE ante los países de América Latina.

La Comisión de Asuntos Internacionales del comando de campaña de la Mesa de la Unidad está procesando toda la data recopilada por los observadores invitados y presentará el informe correspondiente a la opinión pública.

En todo caso, los visitantes se llevaron una muy buena impresión del carácter cívico y democrático de la población venezolana y del deseo de cambio que embarga a nuestra nación. El cambio es una corriente que fluye con alta intensidad por todo nuestro continente.

José Ramón Sánchez
@JoseRamon_S

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