Oswaldo Páez-Pumar: Asesinos

Oswaldo Páez-Pumar: Asesinos

thumbnailcolaboradores-190x1301La violencia desatada por el gobierno en las zonas donde residen los estratos más pobres de la población y a la que eufemísticamente llama ‘operación para la liberación del pueblo’, comienza a mostrar de manera inequívoca su verdadero rostro.

No se trata de combatir al hampa, que ha sido durante los más de16 años que se iniciaron el 2 de febrero de 1999 protegida como un aliado que sirve como fuerza de choque frente a cualquier manifestación en su contra, sino de una campaña publicitaria.

En todo régimen comunista lo que importa no es el ser sino el parecer. Lo que bajo otras circunstancias serían acciones llevadas a cabo de manera clandestina, para que no se le pudiera imputar al gobierno las ilegales violaciones de domicilio, los arrestos de ciudadanos sin fórmula de juicio, el robo de bienes disfrazado bajo la forma de decomiso de  los mismos y desde luego sin que esté presente la flagrancia; y como guinda para el pastel la muerte de muchos ciudadanos, que aunque puedan estar incursos en gravísimos delitos, tienen derecho a ser juzgados en libertad, con asistencia jurídica y sin que pueda recaer sobre ellos pena de muerte que se les aplica, se realiza con despliegue de información, que reviste las características de la publicidad.





El gobierno ejerce el monopolio mediático y controla prácticamente el ciento por ciento tanto de los medios impresos como de los radiales y televisivos. Por lo tanto la información pormenorizada de cada OLP que lleva adelante no puede tener otro objetivo, sino divulgar lo que se hace, que no es otra cosa que publicidad. En términos más sencillos: propaganda.

Durante estos más de tres lustros se ha ido incrementando por las acciones del hampa ordinaria y  la de los cuerpos llamados colectivos, armados por el gobierno en violación de la constitución, la inseguridad ciudadana. Toda la población la padece pero muy especialmente los densos sectores de menos recursos económicos. Ellos desean poder salir a la calle sin miedo y el gobierno ha decidido jugar publicitariamente con su miedo, con su angustia.

La OLP persigue transmitir a una población atrapada por el miedo producto de  la inseguridad, la sensación de que el gobierno se preocupa por su situación y ha trazado un plan para restaurar la seguridad. Juega con la angustia ciudadana y en la búsqueda de recuperar popularidad todos los medios son lícitos, incluso los asesinatos. El fin los justifica.

Caracas, 14 de agosto de 2015