Mario Guillermo Massone: Compra de firmas rojas y xenofobia

Mario Guillermo Massone: Compra de firmas rojas y xenofobia

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Mientras la xenofobia hacia nuestros hermanos nacionales de Colombia se incrementa en escalada en las colas de la red de alimentos Mercal, PDVAL y Bicentenario por la tiranía roja, al prohibir e impedir que los colombianos se humillen en las eternas colas en igualdad de condiciones que los venezolanos para satisfacer sus más básicas necesidades, emisarios de esa misma tiranía se han volcado a los barrios en un operativo de “recolección de firmas” para ser presentadas en la Cumbre de Las Américas en la OEA en rechazo a las sanciones impuestas a “los siete dignos”.
El operativo consiste en regalar bombillos, alimentos y otros bienes exigiendo a cambio, como contraprestación, la firma de las planillas. Así es como el sub presidente Maduro pretende llegar a diez millones de firmas para presentarlas como una victoria de respaldo popular y “forzar” a Obama a recular.

En la Plaza Bolívar de Tovar y en La Pedregosa, Mérida, venden dos pollos y leche por persona condicionado a que primero firme. Esto ocurre a nivel nacional. Como es costumbre roja, y lo saben hasta los marcianos, a los empleados públicos dependientes del poder central o de gobernaciones y alcaldías rojas nuevamente les obligan esta vez a firmar también, bajo amenaza de despido ipso facto.





Mientras esta farsa ocurre a la luz pública, nuestros hermanos colombianos, legales e indocumentados, están siendo detenidos en las colas y deportados unos y soltados algunos bajo amenaza de no intentar comprar alimentos en la red de alimentos de la tiranía roja.

La xenofobia y discriminación contra los colombianos en Venezuela va en escalada. Son parte de nosotros y enriquecen nuestra cultura. Son nuestros hermanos de Latinoamérica como lo son todos los demás pueblos. ¿Querrá el régimen matarlos de hambre?.

Por otra parte, la tiranía involucra otra vez a niños para manipular la desdichada imagen del gobierno. Obligando a firmar y a escribir cartas pretenden tocar el corazón de Obama.

El gobierno de los Estados Unidos lleva investigando a Venezuela desde hace años. Más aún, hay una “scuola cantorum” en este momento en Washington conformada por altos jerarcas del chavismo-madurismo, banqueros rojos, militares, y demás. Están llegando a acuerdos, seguramente de inmunidad, a cambio de confesar todo lo que saben, en qué han participado, quién es quién en la legitimación de capitales, etcétera, etcétera, etcétera.

Que el mundo civilizado, que la OEA sepan la farsa de las firmas y que el atropello a los DDHH sigue en Venezuela.