Anoche las dos barricadas en La Churuata permanecían intactas. La que está puesta en la carrera Roma, bajando desde Alta Vista, es la que causa mayor cautela. Allí incluso los manifestantes prendieron cauchos en claro desafío a los militares. Del otro lado, en la carrera Milán (subiendo a Alta Vista), fueron los vecinos y, sobre todo tres mujeres, los que plantaron cara a los guardias.
De a poco los jefes militares se iban retirando y La Churuata reforzaba su carácter de “intocabilidad”, toda vez que esta barricada no ha podido removerse desde el 20 de febrero. Un objetivo pendiente para el gran operativo castrense.
En cambio, Los Mangos y las zonas de Los Olivos recuperaban la normalidad pero bajo intensa vigilancia militar y policial. Allí el paso fue restablecido, sin embargo los residentes encaraban a los guardias con sus consignas.