Una ciudad, ¿dos alcaldes?

Una ciudad, ¿dos alcaldes?

(Foto EFE)

La alegría de Ricardo Hernández por haber ganado la alcaldía de la ciudad fronteriza venezolana de Táriba le duró muy poco.

Cuando el político opositor llegó a la que será su oficina encontró un panorama desolador: la empresa que recoge la basura había dejado de trabajar por órdenes de la ex alcaldesa oficialista y la gobernación del estado Táchira, en manos del partido del presidente Nicolás Maduro, había ordenado antes de irse el despojo de vehículos y armas de la policía municipal.

Por Diego Oré/Reuters





Su caso no es el único. A lo largo de Venezuela, las autoridades de las 49 alcaldías que pasaron de las manos del Partido Socialista a la oposición denuncian que el Gobierno les está restando competencias, equipos y hasta quitando el manejo de parques o teatros.

Para Hernández, que ganó con el 62 por ciento de los votos, es una retaliación por haber derrotado al oficialismo.

“Esto afecta a la población y a las comunidades a las que se estaba prestando el servicio”, dijo el abogado de 37 años en una inusual reunión entre Maduro y autoridades opositoras esta semana.

Pero el gobernador de Táchira, José Vielma, aseguró que la medida de dejar sin equipamiento a la policía municipal de Táriba se debió a que las armas y vehículos pertenecen a la gobernación y están bajo mantenimiento rutinario.

“La alcaldesa devolvió las armas, chalecos, patrullas y motos que pertenecen a la policía regional de Táchira; lo hace para que nosotros les hagamos el mantenimiento y revisión respectiva”, zanjó Vielma.

Maduro, que ganó por poco margen las presidenciales, afronta una galopante inflación, un débil crecimiento económico y una tenaz escasez de productos básicos. Y no cuenta con la extraordinaria popularidad ni conexión con las masas que tenía su antecesor y mentor, el fallecido Hugo Chávez.

Por eso los analistas creen que ha tomado una actitud más negociadora con la oposición, en un país dividido entre los que apoyan sus políticas y quienes quieren un cambio de timón.

Dos semanas atrás, en las elecciones municipales, el chavismo se llevó el 76 por ciento de las 337 alcaldías en disputa. La oposición apenas conquistó 75, pero significó un avance frente a las 51 que controlaba antes y además se impuso en las ciudades más pobladas del país.

Muchos opositores son escépticos sobre el acercamiento de Maduro porque recuerdan que Chávez también les tendió la mano pero siguió con su estilo confrontativo.

“Este Gobierno demuestra con ese comportamiento que se siente herido porque perdió muchas alcaldías”, opinó la coalición de fuerzas opositoras agrupadas en la MUD.

Ahora la oposición se enfrenta a la difícil tarea de mantener movilizadas a sus huestes durante los próximos dos años cuando no habrán elecciones en el país petrolero.

Una ciudad , ¿Dos alcaldes?

Hace cinco años el chavismo perdió la alcaldía metropolitana de Caracas a manos de Antonio Ledezma.

A los pocos meses, el entonces presidente Chávez creó el puesto de jefe de gobierno del Distrito Capital y designó a Jacqueline Farías, actualmente en el cargo.

Ingeniera de profesión y con varios años al servicio del gobernante PSUV, Farías ocupó la oficina donde despachaba Ledezma y se hizo con la mayor parte de los recursos y competencias del opositor: fundaciones, escuelas, bomberos y protección civil quedaron en manos del Gobierno.

“Devuélvale la competencia a la Alcaldía Metropolitana de Caracas y sus recursos. No se trata de una caridad, es justicia”, reclamó Ledezma quien volvió a ser electo alcalde al derrotar al oficialista Ernesto Villegas, que fue rápidamente nombrado ministro para la Transformación de Caracas.

Pero el Gobierno niega la usurpación de funciones.

“Nadie le está restando funciones. Si Ledezma enfocara la inversión de su tiempo en ejercer sus funciones y competencias, en lugar de viajar al exterior y hablar en contra del Gobierno, los resultados de gestión en Caracas no dependerían únicamente del Gobierno central”, dijo el alcalde de uno de los cinco municipios que conforman la capital, Jorge Rodríguez.

Para el politólogo Nicmer Evans, cercano al chavismo, hay un solapamiento de autoridades en Caracas, pero eso no implica un conflicto de competencias.

“Es un problema de interpretación constitucional: siempre se malinterpretó la función de la Alcaldía Metropolitana de Caracas y se valoró como una gobernación”, opinó.

Realidades paralelas

Los problemas para la oposición no terminan en Caracas.

En los estados de Miranda, gobernado por el líder de la oposición Henrique Capriles, y Amazonas, encabezado por Liborio Guarulla, las cosas son parecidas.

Capriles ganó la reelección a fines del año pasado. Poco después, su contrincante, el canciller Elías Jaua, fue nombrado “protector de Miranda” y quedó a cargo de CorpoMiranda, una entidad que busca solucionar los problemas que afectan a los habitantes del segundo estado más poblado del país.

Capriles se queja de que CorpoMiranda es una suerte de “gobernación paralela”. Pero Jaua asegura que su creación fue necesaria porque el “ausente” Capriles privilegia su rol como líder de la oposición por sobre el de gobernador.

En Amazonas, el opositor Guarulla, que gobierna el sureño estado hace 12 años, denuncia una “guerra” en su contra por parte del Gobierno de Maduro.

Guarulla, explicó que primero se le quitó a la gobernación la administración del aeropuerto, luego la de la policía estatal y hace poco una radio y un hotel por supuesto abandono.

“Esta es una batalla miserable donde como no nos pueden impedir construir ahora nos están expropiando, nos están robando”, se quejó Guarulla.

Repitiendo la historia en Miranda, el Gobierno creó CorpoAmazonas y puso a cargo a Nicia Maldonado, que había sido la rival electoral de Guarulla. El gobernador dice que la mujer ya está apropiándose de algunas de sus funciones.

Maduro, que antes de estrechar esta semana la mano de Guarulla lo llamó borracho, ladrón y lo amenazó con enviarlo a la cárcel, defiende las corporaciones creadas por el Gobierno y recordó que incluso antes de que asumiera su antecesor Chávez en 1999 ya había entidades similares.

“Tengan la seguridad de que todas estas instancias siempre han sido creadas para favorecer al pueblo y muchas de ellas han sido exitosas”, dijo.

Diego Oré/Reuters