Es posible una final entre Brasil y Argentina en el Mundial-2014, un clásico soñado entre los astros del FC Barcelona Neymar y Leo Messi, pero antes de llegar al Maracaná de Rio de Janeiro el 13 de julio deben primero avanzar como líderes de sus respectivos grupos.
Después del sorteo de llaves del Mundial-2014, celebrado en Costa do Sauipe (noreste brasileño), avanzar primeros a los octavos de final es un escenario totalmente factible para ambos combinados.
El anfitrión tiene en su Grupo A a Croacia, Camerún y México. Y Argentina, campeón en los mundiales del 78 en su país y México-86, más cómoda aún, a Bosnia, Irán y Nigeria.
La reedición de la final Uruguay-Brasil de 1950, que terminó en el legendario ‘Maracanazo’, también es posible, solo que el azar quiso que la ‘celeste’ cayera en el grupo de la muerte que conforman las también campeonas mundiales Inglaterra y Francia, además de Costa Rica.
“Me gustaría mucho que hubiera una nueva final Brasil y Uruguay, quiero verlo como espectador, como hincha de Uruguay”, dijo el jueves el uruguayo Alcides Ghiggia, el verdugo de los ‘canarinhos’ en 1950. Un deseo escabroso.
La bola de cristal
El entrenador anfitrión Luiz Felipe Scolari evitó a toda costa cualquier juego de futurología. Quien se preocupa por los otros, descuida la casa, dijo a periodistas después del sorteo.
Es que pensar en el futuro le podría quitar el sueño y hasta frustrar la deseada final con la albiceleste.
Si avanza, España u Holanda, los finalistas del Mundial-2010, serían sus eventuales rivales en los octavos de final.
“Yo ahora tengo que pensar en Croacia, Camerún y México”, insistió.
Los aztecas, a los que ya derrotó en la Copa Confederaciones, representan la principal amenaza del combinado ‘amarelinho’.
Argentina debería enfrentar por su parte al segundo del Grupo E, que conforman Suiza, Ecuador, Francia y Honduras.
“Haremos un estudio minucioso de los rivales”, dijo el entrenador argentino Alejandro Sabella.
Si Uruguay sale airoso del grupo de la muerte, enfrentaría al segundo del C, que conforman Colombia, Grecia, Costa de Marfil y Japón.
“Estoy seguro que vamos a hacer un buen Mundial”, dijo el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Sebastián Bauzá, en Montevideo.
Pesadillas en rojo y naranja
Chile tampoco la tiene fácil. En los próximos seis meses, los jugadores chilenos tendrán pesadillas en tonos de rojo y naranja. Sus rivales en el grupo B son precisamente Holanda y España.
Su debut será en la Arena Pantanal de Cuiabá (centro-oeste) frente a Australia, y luego enfrentará a España en el mítico Maracaná de Rio de Janeiro, donde los campeones defensores tienen malos recuerdos tras la derrota 3-0 en la Copa Confederaciones.
“Es una zona bastante complicada (…) Hubiera preferido otro tipo de rivales”, admitió el seleccionador, para quien sin embargo, el resultado lo “estimula”.
El astro brasileño Ronaldo dijo esta semana que aunque Ecuador “estaba bien”, no llegaría lejos en el Mundial. En el “dificilísimo” Grupo E, según su entrenador Reinaldo Rueda, enfrenta a dos europeas -Francia y Suiza- además de Honduras.
Paz en Colombia
“Con el equipo de Colombia, en cualquiera de los grupos tendría la misma tranquilidad”, dijo sonriente el entrenador de la selección cafetera, el argentino José Pekerman, confiado en la calidad de sus jugadores.
Colombia, cabeza de serie del Grupo C, enfrenta a Grecia, Costa de Marfil y Japón, todos con “características distintas”. “Hay que ir trabajando para buscar nosotros también ese equilibrio de poder competir con todas las posibilidades”, explicó.
Avanzando primero, el equipo de Radamdel Falcao García chocaría en los cuartos de final con la anfitriona Brasil en el ‘Castelao’ de Fortaleza.
Faltan seis meses para el Mundial y nada como una final sudamericana para celebrar el regreso del torneo a la región. ¿Qué será? ¿Tercera o sexta estrella?
AFP