Carlos Julio Peñaloza: La tecnología del fraude

Carlos Julio Peñaloza: La tecnología del fraude

El escenario ideado por Fidel para la construcción de su imperio hispanoamericano requiere el establecimiento de un Estado donde los ciudadanos son fiscalizados por órganos de seguridad omnipresentes a través de un sistema computarizado. Para ponerlo en práctica se requiere tecnología de punta para integrar enormes bases de datos de ciudadanos a través de redes digitales de comunicación controladas por el gobierno. Estas bases de datos incluyen sistemas de identificación, votación, impuestos, registros públicos civiles, militares y policiales etc. La intención es vigilar y manipular ese enorme y cambiante cúmulo de datos  desde La Habana, para controlar “El imperio de Fidel” mediante el uso de tecnología digital.

Para los comunistas la revolución es una hegemonía perpetua que no acepta la alternancia electoral. La necesidad de eternizarse en el poder es el postulado comunista que les permite aceptar el deber de cometer fraude electoral para salvar la revolución. El fraude es un instrumento de poder válido y necesario para ellos. El fraude electoral tiene muchas facetas y matices que van desde la fullería rudimentaria de la compra de votos, pasando por el chantaje de los empleos y las misiones, hasta la trampa más sofisticada mediante la automatización. La telemática es su expresión máxima, permitiendo el manejo de las bases de datos personales de los ciudadanos a través de redes de comunicación digitales. Los duendes del fraude dirigidos desde Cuba empezaron a actuar en Venezuela al asumir el poder Hugo Chávez en 1999.

Para ejecutar el plan se hizo necesario hacer cambios profundos al sistema de automatización electoral. El sistema de control cubano requiere la instalación de un software libre y de una arquitectura de redes tipo “Virtual Prívate Network” (VPN) que utiliza técnicas de encriptación o cifrado para garantizar la seguridad. El software libre permite a los usuarios modificar los programas a su libre albedrío. La encripción garantiza el envío de mensajes secretos a través del sistema, que de ser interceptados no puedan ser interpretados. La competencia para manipular programas, cifrarlos y dar instrucciones al sistema a distancia no la tiene sólo el CNE desde la consola de mando de Teleport, sino también pueden hacerlo los cubanos desde otros terminales de mando ilegales.





La arquitectura VPN dentro de una red telemática permite establecer subredes secretas de comunicaciones dentro de una red pública como la Internet de CANTV. Mediante esta técnica fue posible convertir a la intranet del CNE en varias redes de banda ancha (WAN), que permiten transmitir a través de CANTV varios canales de comunicaciones independientes, algunos de los cuales pueden ser desconocidos para las propias autoridades del organismo electoral. Una de estas redes fue la que monitoreó el ingeniero Christopher Bello el 14A lo cual permitió demostrar ante el mundo que algunos personajes del gobierno conocían fraudulentamente información sobre la marcha de las elecciones. El 14A, Bello a lo largo del día me pasó información en tiempo real sobre los resultados electorales. El acceso y la totalización de estos datos está prohibida incluso para los mas altos funcionarios del CNE. Evidentemente algunas personas manejaban ocultamente esta información y manipulaban los datos cuando era necesario. Esto es un delito y debía revelarse, por lo que decidí hacer una denuncia publica para probar el fraude. A medida que Bello me pasaba información yo iba twitteando en mi cuenta @genpenaloza. La lista de tweets de ese día es la mejor evidencia. El monitoreo de Bello a la intranet secreta del CNE permitió demostrar que el triunfo de Maduro había sido fraudulento. El ing. Bello posteriormente pidió asilo diplomático a los EEUU y su laptop se convirtió en una prueba forense en manos de las autoridades de ese país. Esa potencia adelanta el análisis y algún día decidirá que hará con esa información. Tal vez por ello es que Maduro y Jaua se han manifestado tan amistosos con los yanquis últimamente.

La intercepción de esos mensajes ilegales dejó en evidencia que no sólo se estaban monitoreando los resultados de las elecciones en tiempo real, sino que se estaba haciendo desde un puesto de mando diferente al Tele Port de CNE. A pesar de mis denuncias de estas violaciones, tanto el CNE como el Grupo La Colina y funcionarios de la MUD negaron que esto fuera posible.

Es importante destacar que el árbitro electoral legalmente no recibe oficialmente información en tiempo real sobre la marcha de las elecciones. El fraude no es cometido por el CNE, sino a espaldas de ellos, a través de sus redes de comunicaciones utilizando la capacidad VPN de las maquinas de votación. La totalización adelantada es el fraude preliminar durante el acto del sufragio. Al concluir la elección, según se van conociendo cuáles son las urnas que no serán auditadas, se produce la manipulación electrónica de los datos. El fraude es posible mediante el uso de algoritmos ocultos insertados clandestinamente dentro del código fuente y el software de los programas electorales desarrollados por los cubanos.

Los algoritmos secretos son instrucciones para el fraude que no son detectables en una auditoría convencional. Cuando el sistema recibe instrucciones de consolas maestras de control, legales del CNE o ilegales, en centros de totalización fantasmas, estos algoritmos activan instrucciones para manipular los datos. El fraude del 14A fue descubierto por Bello gracias a que tenía en su poder las claves de acceso al sistema, que le fueron entregadas cuando hizo un trabajo técnico privado dentro del CNE por orden de Diosdado Cabello desde la AN. La naturaleza de este “trabajo” también debe ser investigada. En mi próximo artículo explicaré como se estructuró la puesta en práctica de este fraude tecnológico y cómo los cubanos lograron controlar el diseño del software a través de SMARTMATIC.

 

@Genpenaloza