Hallan a joven desaparecida enterrada en el patio de su casa

Hallan a joven desaparecida enterrada en el patio de su casa

Foto Correo del Caroní

“Él decía ser cristiano, pero actuó como un demonio (…) parece que hubiera planeado todo”, comentó Marvin Eduardo Yépez a su esposa y una amiga a las afueras de la Policía científica (Cicpc). El hombre se refería al hallazgo del cadáver de su hermana, Indira Franchesca, desaparecida desde diciembre del año pasado.

Una llamada anónima recibida en la mañana del viernes permitió dar con el paradero del cuerpo de la joven madre de 26 años. “(…) Me llamó una mujer y me dijo que ella estaba enterrada en el patio de su casa. Hoy (domingo) comenzamos a cavar y la hallamos debajo de una capa de cal, ropa, escombros y cemento”, reveló el hermano de la víctima.

Tras el hallazgo, la familia de Indira Franchesca se trasladó hasta la sede del Cicpc para notificar el hecho y solicitar que comisiones del Eje Contra Homicidios se trasladaran hasta la vereda El Morichal de la calle principal de 5 de Julio, en San Félix, para terminar de exhumar el cadáver e iniciar las investigaciones.





Por el avanzado estado de descomposición del cuerpo el Cicpc debió trasladarlo al Cementerio Municipal de Chirica. “Sabemos que es ella y que fue Juan Carlos Rodríguez García, su pareja, quien la mató y la enterró en el patio de la casa donde vivían”, agregó Marvin Eduardo sobre este crimen.

Abusos y desaparición
Indira Franchesca y Juan Carlos llevaban 13 años de relación. En este tiempo tuvieron cuatro hijos. “Ahora, después de muerta, fue que nos vinimos a enterar que él la maltrataba y que era celópata. No nos contaba a nosotros, pero sí a su mejor amiga. Yo siempre la veía con morados y siempre tenía una excusa”, lamentó Iris Yépez, mamá de la víctima.

Después de su desaparición, la familia de la joven madre halló denuncias y órdenes de caución de Indira contra su pareja. Una de ellas data del 13 de abril de 2012, cuando desde la Policía estadal (PEB) remitieron a la joven al Cicpc para practicarle exámenes forenses. Después de esa denuncia fue emitida la orden de caución.

“Pero volvían… siempre volvían”, reprochó entre lágrimas Iris para luego recordar que la penúltima de sus nueve hijos estuvo viviendo con ella en Upata durante diciembre. El 28 de diciembre Juan Carlos fue a buscarla con la excusa de ir a comprar ropa para sus hijos. “Sus hermanas le dijeron que no se fuera y ella no hizo caso”, reveló la afligida madre.

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