Trino Márquez: El candidato opositor: una fórmula para elegirlo

La oposición debe elegir cuanto antes su candidato para los eventuales comicios que se realizarán en algún momento de los próximos meses Esta escogencia posee numerosas virtudes. La primera es que reduce el margen de maniobra de los herederos de Chávez, si es que montan una treta orientada a burlar el mandato constitucional que obliga a convocar elecciones, en el caso de que se produzca la falta absoluta del Presidente de la República.

Despejar la incógnita resulta prioritario. El oficialismo podría, intempestivamente y de acuerdo con su conveniencia, decretar la falta absoluta de Hugo Chávez y llamar a unos comicios que habría que realizar, de acuerdo con lo establecido en la Constitución, en un plazo de treinta días. El régimen ya tiene un candidato seleccionado por el todopoderoso dedo del Teniente Coronel. Aunque Maduro no despega en las encuestas y es más insípido que una chayota, adelanta una frenética campaña electoral, aprovechando y abusando de todas las prerrogativas que le confieren su condición de Vicepresidente Ejecutivo y, en la práctica (aunque no formalmente), Presidente encargado. Esta circunstancia podría darle una ventaja que se torne insuperable en el corto plazo. No hay dudas: mientras más rápido se seleccione al candidato democrático, mejor.

Lo que no le conviene a la oposición, ni al país, es que esta selección se transforme en una lucha intestina y que la oposición, en vez de atender los numerosos y graves problemas nacionales, se dedique a resolver un conflicto interno que debe solucionarse velozmente y sin traumas.





Creo que en vez de plantear una discusión sobre el perfil del candidato, lo primero que debe resolver la MUD es el método de escogencia del representante opositor. No es lo mismo seleccionar al aspirante mediante unas primarias o a través de un grupo de encuestas, que a través del consenso entre partidos, organizaciones, ONG y grupos de opinión. En el caso de las primarias o de las encuestas no valen de nada los “perfiles”. Los ciudadanos consultados se inclinarán por el aspirante de su preferencia, sin atenerse a un “perfil” predeterminado. En cambio, si el abanderado se selecciona mediante la fórmula de la consulta en un universo cerrado, conformado ad hoc  para tal fin, podrá elaborarse un retrato hablado del adversario de Nicolás Maduro. Podrán definirse cuáles virtudes debe poseer ese aspirante. Cuáles ventajas competitivas debe mostrar. Luego podrá procederse a su  escogencia.

Este mecanismo posee la ventaja de simplificar y agilizar la escogencia. Habría que resolver cuanto antes quiénes integran el “cuerpo electoral”. Después de las elecciones primarias (democráticas, universales y secretas) del 12 de febrero de 2012, resulta muy difícil reducir el universo de electores a las agrupaciones integrantes de la MUD. Aquel antecedente aconseja que, sin llegar a una consulta tan amplia y engorrosa, conviene ampliar el radio de acción hacia sectores que trasciendan los partidos y grupos de la MUD. En la Mesa ya se ha hablado de conformar una instancia (suerte de “colegio electoral”) en la cual se encuentren diferentes factores de la vida nacional: estudiantes, sindicatos, gremios profesionales, empresarios, ONG, Iglesia Católica y otros cultos, academias. Esta alternativa parece la más conveniente. Combina la representación con la rapidez, dos variables que deben ser consideradas con peso equivalente en las actuales circunstancias.

En vista de que las primarias  son irrealizables y la técnica de las encuestas no cuenta con respaldo suficiente, la lógica y la urgencia indican que el método adecuado se reduce a la escogencia del candidato opositor en un “colegio electoral” que represente la variedad y complejidad de la oposición. La tarea inmediata consiste en delimitar y conformar ese “colegio”, fijar un plazo para la escogencia del candidato y abrir un lapso para que los dirigentes que quieran someterse al escrutinio del “cuerpo electoral”,  se inscriban ante el organismo de la MUD que realizará la consulta.

Al mismo tiempo que se aplica este procedimiento, hay que denunciar los problemas nacionales, cuestionar la ineptitud de las autoridades ilegítimas que dirigen al país, y ofrecer las alternativas de cambio que le indiquen a la nación que existe una vía distinta de conducirla.

@trinomarquezc