Pemex sacudida por explosión mortal en plena definición de su futuro

Pemex sacudida por explosión mortal en plena definición de su futuro

La explosión en la sede central de Pemex que dejó 33 muertos y 120 heridos, influirá el debate sobre la modernización de la petrolera estatal mexicana, abierto por el nuevo gobierno que propone examinar modelos de participación privada al estilo de Brasil, Noruega o Colombia.

Una serie de recientes incidentes en instalaciones y ductos de la petrolera, como el incendio en septiembre en una planta de gas en Tamaulipas (noreste) que dejó 30 muertos y en un ducto en Puebla (centro) en 2010 con saldo de 29 fallecidos, habrían abierto paso al debate sobre la necesidad de modernizar a la petrolera, de la que dependen en casi 40% de los ingresos del fisco mexicano.





El presidente Enrique Peña Nieto hasta ahora no ha especificado los detalles de su propuesta de Reforma Energética y aunque ha adelantado que no implicará una privatización de la compañía si podría contener elementos de participación privada como los implementados en Brasil con Petrobras, en Colombia con Ecopetrol o en Noruega.

“Es un debate todavía muy abierto, en el que todavía no se sabe nada concreto pero pase lo que pase Pemex va a mantener su importancia, como fuente de recursos para el estado mexicano”, dijo a la AFP el analista David Shields, autor de un blog especializado en temas energéticos y del libro “La Reforma Petrolera”.

Una modernización de Pemex requerirá de la aprobación de la Reforma Energética en el Congreso, donde un amplio sector de la izquierda ha anticipado su oposición, en un debate que se avisora se desarrollará en un ambiente pugnaz.

Según el economista y profesor de El Colegio de México Fausto Araiza, al momento de la explosión Pemex vivía un “momento definitorio” que debía llevarla a transformarse en una gran multinacional “capaz de iniciar su reposicionamiento en el complejo contexto mundial”.

Pero ello “no podrá ocurrir mientras no se encuentren las fórmulas y se construyan los consensos” políticos, agregó.

El director general de Pemex, Emilio Lozoya, un hombre del estrecho círculo de confianza del presidente Peña Nieto, dijo este viernes que la explosión del jueves en la sede central de Pemex tiene características de un accidente, aunque no se descartan otras líneas de investigación.

Las autoridades han rechazo adelantar mayores hipótesis sobre el origen del estallido pues esperan el resultado de los peritajes que realizan expertos mexicanos y extranjeros.

“Cualquier conclusión de la investigación va a influir ese debate”, señaló Shields.

“Si fue un atentado, las repercusiones serán para la seguridad nacional; si se establece que fue un problema de mantenimiento habría que establecer si fue falla del sindicato o de un proveedor externo”, apuntó.

En caso de responsabilizarse al sindicato -muy cercano a los intereses del Partido Revolucionario Institucional PRI, del presidente Peña Nieto- o de un contratista externo, dará argumentos favorables a quienes apoyan una mayor participación privada en la vida de la empresa.

Pemex no carece de músculo financiero propio para adelantar su propia modernización con ingresos superiores a los 55.000 millones de dólares al año.

Pero los últimos descubrimientos de Pemex en aguas profundas del Golfo de México del llamado “shale gas” requerirán adecuaciones tecnológicas difíciles de implementar.

La explosión sacudió la Torre B del complejo central de Pemex en una zona céntrica de Ciudad de México y afectó también al icónico rascacielos de 214 metros y 54 pisos, desde donde se controlan las actividades administrativas de la empresa, una de las 10 petroleras más grandes del mundo.

Las actividades en la sede central fueron suspendidas mientras concluyen las tareas de rescate pero Lozoya señaló que no afectará la producción de 2,57 millones de barriles diarios de crudo.

La explosión sorprendió a Lozoya fuera de México y lo obligó a regresar tras una gira que incluyó una parada en el foro de Davos, donde defendió la necesidad de buscar un nuevo modelo para Pemex.

AFP