Maduro construye su liderazgo al frente del Gobierno en ausencia de Chávez

Maduro construye su liderazgo al frente del Gobierno en ausencia de Chávez

REUTERS/Carlos Garcia Rawlins

Con la decisión de seguir al frente del gobierno venezolano a la espera de que se despeje la incógnita sobre si Hugo Chávez estará en condiciones de reasumir la presidencia, su sucesor designado, el vicepresidente Nicolás Maduro, refuerza su liderazgo ante eventuales presidenciales anticipadas, según analistas.

“Para el chavismo es fundamental que si Maduro es el candidato en una elección presidencial por la salida de Chávez, lo haga desde la posición de jefe de Estado o de una posición ventajosa, de aura de poder y de control de todas las instituciones”, aseguró a la AFP el analista político Luis Vicente León, director de la consultora Datanálisis.

Antes de partir a Cuba a operarse, Chávez “delegó, sin entregarlo”, el mando político a Maduro, dijo que si quedaba inhabilitado para gobernar su delfín asumiría la presidencia temporal hasta el fin del mandato, el 10 de enero, y que sería además el candidato del oficialista PSUV en los comicios presidenciales que deberían celebrarse en 30 días.





El mandatario, de 58 años, delegó además importantes poderes económicos al también canciller, como decretar créditos adicionales al presupuesto nacional y expropiar bienes, entre otras tareas.

El sábado Maduro afirmó que seguirá en su cargo más allá del 10 de enero, incluso si el mandatario, hospitalizado desde hace más de tres semanas y aquejado de una insuficiencia respiratoria, no puede asumir ese día ante la Asamblea Nacional como fija la Constitución.

“Yo sigo en funciones y algún día cuando haya posibilidad se me juramenta”, dijo Maduro, reafirmando que el oficialismo, “aplicando” también la Carta Magna, resolvió esperar a que Chávez, reelecto en octubre, esté en condiciones de reasumir su cuarto mandato de seis años ante el Tribunal Supremo de Justicia.

“Yo pienso en Chávez como presidente”, dijo el viernes Maduro, de 50 años, confiado en que el jefe de Estado regresará y negando además tener “ambiciones personales” de asumir la jefatura de Estado.

Maduro, un ex sindicalista del Metro de Caracas y conductor de autobús, ha ocupado el cargo de canciller desde 2006 y en octubre asumió además la vicepresidencia, una decisión de Chávez que lo ratificó como su delfín.

En estas últimas semanas, a medida que el gobierno ha ido informando a cuentagotas de la evolución del estado de salud de Chávez, operado por cuarta vez de un cáncer, Maduro ha sido la cara más visible del chavismo, protagonizando numerosos actos públicos y entrevistas en medios venezolanos y regionales.

Maduro “está tratando de dejar claro que hay un testamento político dictado por el presidente y que él es el heredero (…) porque necesita que se le reconozca como tal”, explica a la AFP la periodista y columnista venezolana Luz Mely Reyes.

La Constitución establece que en caso de falta absoluta del presidente, que entre otros supuestos contempla la muerte, la capacidad física permanente y la renuncia, se deben convocar a elecciones en 30 días.

Maduro sería según lo designado por Chávez el candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) frente, probablemente, al líder opositor Henrique Capriles, quien perdió las elecciones de octubre frente a Chávez.

Pero Reyes también advierte que la decisión del vicepresidente de continuar en su cargo después del 10 de enero sin una toma de posesión de Chávez es “un reto para la gobernabilidad” de Venezuela.

“El periodo constitucional (2007-2013) termina a medianoche del 9 de enero”, subraya Reyes a la AFP.

También dirigentes opositores criticaron que pueda permanecer en el cargo: “Nuestro punto es que el vicepresidente no puede seguir en funciones porque ya sería del gobierno anterior”, señaló el sábado Julio Borges, coordinador nacional del partido Primero Justicia, de Capriles.

Pero, para León, la oposición venezolana no tiene fuerza para impedir que el gobierno siga adelante con la idea de mantener al actual gobierno en funciones, si Chávez no toma posesión el jueves.

La oposición está “articulada sólo electoralmente” y no puede “protegerse o defenderse contra un gobierno todopoderoso, armado, rico, (que cuenta) con el control institucional del país”, dijo este analista.